Capitulo 19

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Aquí estoy, cumpliendo con el primer seguidor. Gracias ❤️❤️❤️

Guardo mi teléfono en el interior de mi bolso rojo, reviso a ambos lados de la calle antes de cruzar, camino hasta posicionarme en la acera, a salvo de los vehículos que pasan a una velocidad extraordinaria, el sonido de mis pasos se mezcla con lo...

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Guardo mi teléfono en el interior de mi bolso rojo, reviso a ambos lados de la calle antes de cruzar, camino hasta posicionarme en la acera, a salvo de los vehículos que pasan a una velocidad extraordinaria, el sonido de mis pasos se mezcla con los gritos de protesta. Cientos de mujeres marchan por las calles de la ciudad, exigiendo la legalización del aborto, varios reporteros firman el momento especial, algunos transeúntes muestran su apoyo.

Me detengo en la mitad del camino, observo el conocido auto, la puerta trasera se abre, Nick sale del auto, lleva un impecable traje negro, su cabello castaño se ve más corto, sus hermosos ojos azules se encuentran ocultos por unas gafas de sol.

—Cielos —me pierdo en él.

Soy mujer, se apreciar la belleza de un buen bombón, Burbuja no se equivocó, este si es un hombre guapo, incluso podría apostar a que fue tallado por los mismos dioses del olimpo.

—Dios. ¿En qué estoy pensando? —me reprendo.

Mis pensamientos ahora parecen ser parte de los peores pecados del mundo, claro, considerando lo sucedido hace casi dos semanas, cuando después de tener sexo lo corrí de mi hogar, exigiendo que olvidara lo sucedido, con la patética excusa de que no está moralmente correcto lo que hicimos.

Camino pasando a un lado suyo, aprovecho que esta distraído hablando por teléfono, bajo la mirada haciendo que mi cabello caiga sobre mi rostro, ocultándome.

—Endereza tu espalda, sube los hombros —ordena.

Me sobresalto asustada, quedándome paralizada, Nick aprovecha mi desventaja para posarse a un lado mío.

—Levanta la vista, nunca la bajes, menos frente a un hombre, así sabrán que eres segura de ti misma —declara con voz neutra.

—Suena a mi madre —me quejo.

Sus labios se curvan en una hermosa sonrisa, lo imito sin darme cuenta, pero no tardo en remplazarla por una mueca de desagrado. Su sonrisa es tan hermosa, capaz de transmitir una paz exuberante, incluso cuando no lo intenta, eso lo hace especial.

Nos acostamos.

El amargo recuerdo provoca una acidez en mi estómago. No mentiré, el sexo con él es algo celestial, una cosa de otro mundo. Aún recuerdo cuando llegué a la cima y pude tocar el paraíso. Ese maldito paraíso que deseo volver a ver... sentir.

Coraline siempre ha dicho que mi corazón está en mi vagina y oídos, me enamoro cuando me hablan con palabras bonitas, me obsesiono con los hombres que han pasado por mi cama.

¿Y si tiene razón?

Solo hace falta una de sus hermosas sonrisas para desestabilizar todo mi mundo. Puede que mi corazón si este en mi vagina.

30 años, ¿Y qué? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora