—Afro —escucho decir—, Afrodita, despierta.
Me quejo con pequeños sonidos.
—Despierta —pide atropelladamente.
A pesar del cansancio que sufro, me obligo a abrir los ojos.
—¿Qué? —gimo.
—Es... no recuerdo quien es —se carcajea—, es para ti.
Pego el teléfono a mi oreja.
—¿Quién habla? —pregunto irritada.
Una risa resuena al otro lado de la línea.
—Me gusta como suena tu voz cuando estas molesta —confiesa.
—¿Quién es?
—¿Ya no me recuerdas? —pregunta decepcionado—. Soy Nick.
—¿Nos conocemos de alguna parte? —frunzo el ceño.
—Si, hace varias vidas pasadas. ¿Quieres tener 3 hijos conmigo? —pregunta, cambiando de tema.
—Si —sonrío, el alcohol está nublando mi cerebro—, quiero tener muchos hijos contigo.
Su risa vuelve a salir.
Apuesto que tiene una linda sonrisa, lo que yo haría con esa sonrisa. Me tambaleo de un lado a otro, aferrándome al teléfono.
—Solo sé que eres candente —suelto una risita.
Coraline se coloca a un lado mío.
—¿Me has visto en fotos? —pregunta con voz ronca.
Sé que está sonriendo.
—No... pero Burbuja me dio tu número —digo arrastrando las palabras—. ¿Qué dices? ¿Me harás un hijo?
—Si —su voz suena coqueta—, te daré todos los hijos que quieras. Cásate conmigo, prometo hacerte feliz por el resto de nuestras vidas
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30 años, ¿Y qué?
RomanceAfrodita, sumida en los estereotipos y prejuicios de la sociedad y su familia, guiada por las influencias del alcohol, decide hacer algo que cambiará su vida por completo. ¿Quién dijo que un mensaje no puede entrelazar dos vidas? Sin ser conscien...