Gracias a la seguidora nueva ❤️❤️
Reviso la hora en mi teléfono, ya han pasado más de treinta minutos, no comprendo porque sigo aquí.
—Es todo —declaro, bebo el resto de mi copa de vino.
Me levanto de la silla, dispuesta a irme del restaurante, mi vestido negro ya presenta algunas arrugas, vuelvo a acomodar la abertura del lado derecho, la que muestra parte de mi muslo, haciéndome ver sexy. Por fin me largo, algunas personas me ven con lastima, yo haría lo mismo, no es común ver a una solitaria chica esperando por casi una hora en una mesa, bebiendo una gran copa de vino.
—Lamento la demora —espeta una voz desconocida.
Me doy media vuelta, quedando frente a la persona que se supone que es mi cita. Me quedo sorprendida, es más guapo de lo que muestra la foto de su perfil, su cabello negro se encuentra peinado hacia a un lado, sus ojos cafés me examinan.
—Hola —consigo decir.
—Hola —sonríe mostrando una perfecta hilera de dientes blancos.
Su sonrisa hace que olvide lo molesta que estoy.
—Lamento la demora —se disculpa—, había un tráfico horrible.
—Estas aquí —me encojo de hombros, sonrío de la misma manera—, es lo importante.
Nos observamos en silencio, sin movernos ni un solo centímetro, olvido donde estamos, su sonrisa me coloca en un trance, uno del cual no quiero salir, es tan lindo.
—Mis modales —se reprende así mismo, extiende una mano hacia a mi—. Soy Oliver, tu cita.
—Soy Afrodita —acepto su mano, estrechándola, se acerca a depositar un beso sobre mi mejilla.
Tomamos lugar en la pequeña mesa, donde estaba sentada hace unos minutos, la copa de vino ya no se encuentra, ni la botella que estaba a punto de acabarse.
Después de estar por más de una semana bajo el mando del rey de las tinieblas, decidí inscribirme en una aplicación de citas, solo para deshacerme del estrés acumulado.
—Buenas noches, mi nombre es Louisa —se presenta la camarera, nos muestra una amplia sonrisa—. Yo seré la encargada de atenderlos esta noche. ¿Ya saben lo que desean pedir?
—Si —habla Oliver, llamando nuestra atención—, yo quiero un filete término medio, una ensalada normal, también una botella de tu mejor vino.
La chica lo anota todo en su pequeña libreta, dirige su atención hacia a mí, esperando mi orden.
—Yo quiero pollo a la cacerola —digo, ojeo la carta, buscando algo más, pero desisto al poco tiempo—, eso es todo.
—De acuerdo, en un momento más les traigo su comida.
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30 años, ¿Y qué?
RomanceAfrodita, sumida en los estereotipos y prejuicios de la sociedad y su familia, guiada por las influencias del alcohol, decide hacer algo que cambiará su vida por completo. ¿Quién dijo que un mensaje no puede entrelazar dos vidas? Sin ser conscien...