Con el rabo entre las piernas

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Merlina se devolvió por el camino, soportando el peso del equipaje como terapia. Salió al Londres muggle y empezó a caminar sin un rumbo fijo. La gente la miraba por su atuendo estrafalario, pero a ella no le importó estar con túnica, y tampoco contaba con el ánimo suficiente para quitársela.

Caminó un par de cuadras hacia abajo y topó con una plaza repleta de árboles frondosos. El sol no pegaba tan fuerte, pero el día era agradable. Se fue hasta un banco, que estaba tras una estatua alegórica, y se sentó.

Le costaba creerlo. Le costaba comprender que pudieran ocurrir tantas cosas malas en un día.

Pero al menos estoy viva —pensó. Sí, aunque ya era hora de que no se conformara solamente con eso, ¿o, acaso iba a estar toda su vida agradeciendo por vivir cuando le ocurrieran cosas tan horribles? En unos cuantos meses cumpliría veintisiete y sentía que nada había cambiado, que desde sus quince años había sido todo un viaje cuesta abajo. Ya se le estaba haciendo difícil soportar tanto bache en el camino. Su positivismo se estaba acabando.

Puso las rodillas sobre el asiento y se las abrazó, apoyando la cabeza en ellas. Ahora que lo pensaba bien, Craig nunca había sido una buena persona. Y al analizar bien las cosas, los recuerdos, cayó en la cuenta de que nunca le había sido fiel. La gente hablaba, sí, ¿pero tanta era la coincidencia de que todos dijeran que "era un muchacho raro y mujeriego"? Ella había hecho oídos sordos frente a esos comentarios, porque no los quería creer. Y ahora que había visto al chico acostado con otra mujer, le decía que no era más que otro del montón; actuaba demasiado bien, un completo manipulador. Se había aprovechado de ella como muchas otras personas. ¿Tan tonta era? ¿Tan débil se veía? Ella sólo intentaba ver lo mejor de la gente e intentaba mostrarse tal cual era. No sabía qué más podía hacer para no seguir siendo abusada de ese modo. ¿Lo habría despertado su madre para decirle que ella había ido y lo había visto ahí? Lo más probable es que no le hubiese importado. Ahora que se había librado de ella... De todas maneras, ¿qué novio fiel termina con su pareja, y al día o a los dos días se encuentra a otra para satisfacerle las "necesidades" que con la otra no consiguió? ¡Pero, qué tonta! Probablemente ya estaba con esa chica de antes y sólo vio un buen momento para terminar y deshacerse de ella de una vez por todas. Cuántas veces le debe haber visto la cara a Merlina, y por eso todo el callejón decía que era una tonta despistada.

Estuvo mirando al vacío toda la tarde. No fue a comer y no prestó atención a las protestas de su estómago. Llegaron las diez, ya había anochecido y ella todavía no tenía ánimos de hacer algo. Llegó un momento en que las luces de la plaza se apagaron y quedó todo a oscuras y tampoco le importó. Se había nublado y bajaba el frío, y nada. No podía llorar, y eso que estaba muy triste. ¿Cuándo sería el día en que le volvieran sus lágrimas? ¿Y por qué tenía que hacerse tantas preguntas sin respuestas?

Tomó su varita para iluminar el lugar. Miró su reloj: eran las tres de la mañana. No tenía sueño. Después de tanto trasnochar se estaba acostumbrando a no dormir.

Acomodó las maletas bajo el banco y se extendió en él mirando el cielo morado que se expandía ante sus ojos.

Quizás... Quizás tuviera que volver a Hogwarts. Ella había pensado en un inicio que era su verdadero hogar, y no tenía otro lugar donde llegar. Pero había renunciado, Albus Dumbledore no la aceptaría. Había gritado, se había comportado pésimo... Snape y los de Slytherin la detestaban.

Llegaron las seis... Las siete... Las ocho... Se levantó, y se dio cuenta que tenía un dolor de cabeza y de espalda terribles. Debía de tener las tablas marcadas. Todavía estaba nublado, pero el día lucía brillante. Cerró los ojos un momento. Pestañeó un par de veces y se reincorporó: volvería al castillo. Intentaría aclarar las cosas con Dumbledore y ver si podía llegar a un acuerdo con Severus; esa era la mejor alternativa que tenía.

En pie de guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora