Louis Tomlinson, uno de los escasos y respetados raza pura. Demasiado terco para escuchar las advertencias de su mejor amigo cuando esté le avisa del mal clima.
Claro que cuando Louis salió a correr esa tarde jamás pensó en ser atropellado por un e...
Cuando Harry despertó esa mañana tenía un objetivo. Un plan... Y si tenía suerte completaría la primera parte al final del día.
Aún no tenía muy claro el cómo, pero tenía que averiguar si Louis de verdad era su destinado . El simple hecho de pensarlo era como darse de cara con la pared.
Casi como si un ateo tuviera un encuentro en persona con Dios.
Así se sentía Harry, toda su vida había descartado la idea de que su alma estuviera atada a la de otra persona de manera profunda e inigualable. En su cabeza siempre había sonado como el cuento que le relatas a un niño pequeño para dormir; muy bonito y encantador, pero para nada real.
Pero ahí estaba él, tratando de recordar cada detalle que su madre y todo el mundo le había contado. Él, como se supone, que debería sentirse ante la presencia de su supuesto destinado. Sabía que su Omega definitivamente reaccionaba a Louis, sabía que desde el primer momento se había sentido como si se conocieran de años... Pero eso podría simplemente ser una increíble química.
Era verdad que su celo se había adelantado, pero eso había pasado cuando aún no conocía a Louis, al menos no al Louis humano.
No recordaba si era correcto o no, si era un invento de su cabeza . Pero era la única explicación que su cabeza desvelada había logrado encontrar era que tal vez, y solo tal vez, su lobo de cierta manera había presentido la llegada de Louis a su vida.
Sonaba loco, sí, pero que más podía ser. Además, no es como si el pensar que tu alma está atada a la de otra persona no es ya lo suficientemente loco.
Por eso el nombre se había presentado de manera espontánea en su cabeza, tal vez por eso sentía constantemente un aroma a café por todo su apartamento, tal vez por eso su celo se había adelantado. Tal vez por eso su Omega se sentía tan territorial con Louis.
Mierda... Se arrepentía de no ponerle más atención a su madre.
Ahora la pregunta era, ¿Liam lo sabía? Y de ser así, ¿Cómo es que Harry iba a lograr que confesará?
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—Buenos días, ¿No tienes clases hoy? — saludo Harry mientras se adentraba en la cocina.
Liam estaba ahí preparándose un sándwich que Harry adivinaba, se trataba de mermelada. Aún tenía su pijama puesta y no lucia para nada apresurado por salir rápido del apartamento.
—No hasta dentro de dos horas — explico Liam sin mirarlo, demasiado concentrado en untar la mermelada en el pan — Mi profesor canceló. Debe de estar en celo, supongo.
Harry tarareó de acuerdo . Se deslizó por la cocina buscando su propio desayuno, pasando y revisando el refrigerador y la alacena.
La melodía del teléfono de Liam interrumpió el silencio, indicando que alguien lo estaba llamando.
—¿Puedes contestar? — le pregunto Liam señalando sus manos aún ocupadas.
Harry asintió sin problema y tomo el celular para contestar. Se detuvo por unos segundos, demasiado extrañado por el nombre que se iluminaba en la pantalla.
