Louis Tomlinson, uno de los escasos y respetados raza pura. Demasiado terco para escuchar las advertencias de su mejor amigo cuando esté le avisa del mal clima.
Claro que cuando Louis salió a correr esa tarde jamás pensó en ser atropellado por un e...
La música sonaba alto en los altavoces del apartamento de los dos omegas.
Los exámenes por fin habían terminado, toda esa semana estresante había llegado a su fin. Ahora era tan solo algunos días los que seguían desvaneciéndose en aquella cuenta regresiva para navidad.
Y justo como se había prometido, había una gran fiesta esperando por los estudiantes.
La maleta de Harry está esperándolo en su cama. Saldrá mañana por la tarde a Londres para pasar las fiestas con su familia. Lamentablemente, el vuelo del Alfa sería ese mismo día por la mañana, y lamentablemente también se dirigían a partes distintas de Londres.
Cómo fuese, le daría a Louis su regalo antes de irse.
Ahora el Omega estaba de pie junto al lavabo de su baño, balanceando las caderas al ritmo de la música levemente mientras terminaba de secarse su largo cabello; observando como solo se necesitaban de unos cuantos centímetros más para que comenzara a pasar sus hombros.
—¡Oye, Harry! —hablo Liam desde la puerta, apenas asomándose a la habitación — ¿Has visto mi chaqueta? No la encuentro por ningún lugar.
Harry dejó la secadora a un lado y salió del baño para ver a su amigo, pasando sus manos por su camiseta mientras caminaba.
—No tengo idea de dónde está —se dirigió a Liam, quien está sentado en el borde de su cama, aun con la toalla al rededor de su cuerpo. — Pero puedo prestarte la mía, ¿Crees que te quede bien?
—¡Oh, wow! —dice Liam —- te ves bien, como, bastante bien.
Harry volteó para mirarse al espejo con una sonrisa.
Aprecio desde sus botas de gamuza negra, hasta lo bien que se veían sus piernas con esos skinny jeans negros rasgados ... Y finalmente, la cereza del pastel; su hermosa camiseta negra del mismo color con algunas flores rojas repartidas por la tela. En realidad era simple, no era nada nuevo en el estilo de Harry, pero estaba ese pequeño detalle, ese pequeño plus que hacía que Harry se sintiera como un dios andante caminado en la tierra, que era la transparencia de la camiseta.
Si le preguntaban, seguramente Harry no sabría describir el tipo de tela que ahora lo cubría. Solo sabía que la semitrasparencia de esta permitía que las demás personas apreciarán sus tatuajes. La mariposa en su estómago y sus laureles, reluciendo con elegancia en cada movimiento que el Omega realizaba.
—Gracias — agradeció, viendo a Liam por sobre el espejo.
—Louis seguramente podría aullar cuando te vea, o gruñir, no lo sé. Lo que pase primero — Harry bufó en una risa, Liam había adoptado esa irreversible costumbre de molestar al alfa, alegando que "era su responsabilidad como el mejor amigo de Harry" — ¿No tendrás frío con eso?
Harry negó con la cabeza, dando los toques finales a su outfit con algunos accesorios; sus preciados anillos, un sombrero Fedora, y claro, el colgante que Louis le había regalado.
—Estaré con Louis. — contestó mientras se ponía el último anillo, era el anillo de una rosa.
—Claro que lo estarás.
—¡Oh, déjame! —se volteó para ver a Liam con una sonrisa, con ambos brazos apoyados en su cadera — De todas maneras, ¿Qué te vas a poner?
— Aún no lo sé — dijo Liam con un puchero — ¿Me ayudas a escoger?
Harry asintió emocionado.
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