30 . Oferta

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El año nuevo pasa rápidamente.

Igual lo hicieron los meses que siguieron.

El tiempo comenzó a escaparse de sus manos. Los segundos comenzaron a pasar desde las campanadas del reloj, y esos segundos se convirtieron en minutos, luego en horas, días, y finalmente en meses.

Aun así, no había sido una perdida de tiempo. Para nada, todos y cada uno de los segundos que pasaron habían sido más valiosos que el oro.

El año nuevo también había traído cambios, pequeños pero significativos.

Bueno, para empezar... ahora se podría decir que no había ni una persona en el campus que no supiera que Harry y Louis estaban juntos. Desde esa noche, desde esas primeras horas de enero, lo que no había tenido un nombre, ahora lo tenía. Eran pareja, lo eran a los ojos de los demás, a los ojos de sus amigos y de sus familias, y más importante... Para ellos.

De todas maneras no es que un título cambiara demasiado su relación, para nada. Louis creía que nunca lo habían necesitado, pero había algo en la formalidad...

Había algo en el poder decir que él era novio de Harry, algo en qué los demás supieran que tanto le pertenecía su corazón a ese precioso Omega.

Ahora Liam y Zayn estaban algo así como saliendo, incluso habían hecho un intercambio realmente sin querer; pues cada vez se volvieron muchísimo, más frecuentes las noches donde Louis se quedaba con Harry, y Liam lo hacía con Zayn. No era oficial, pero Louis pasaba más tiempo en el apartamento de Harry que en el suyo, incluso ya tenía una parte del clóset exclusivamente reservada para él.

Niall tampoco se había quedado atrás, él también había comenzado a salir con la Omega que conoció en diciembre. La había llevado a algunas reuniones y ahora todo el grupo de amigos la conocía. También sabía que algunas veces Niall se turnaría entre dormir Con Harry y Louis o con Liam y Zayn, en algunas otras ocasiones se quedarían todos juntos.

El tema de rentar un apartamento compartido había surgido en marzo, pero el tiempo se les había escapado.

Podrían hacer las cosas que parecían ser iguales, pero que al mismo tiempo eran tan diferentes. Lo que nunca había cambiado, eran Harry y Louis.

—¡Louis, tienes que esperar por mí, joder! — grito Harry, tratando de recuperar su respiración y maldiciendo la capacidad física del lobo que corría delante de él. —¡Que eres como treinta veces más rápido que yo!

Estaban en el bosque.

Era una nueva costumbre que habían adoptado. Harry no recordaba exactamente cuando había comenzado, pero el Omega sí que sabía que había sido su idea. Recordaba estar viendo la televisión un día tranquilo, tal vez el día anterior Louis le había contado como se escapaba hacia al bosque para correr y para jugar, así que sí ... Harry le había pedido ir al bosque.

Al principio, el Omega había tenido miedo de perderse, incluso había temido encontrarse con un oso. Pero no era secreto que a Harry le gustaba experimentar, y tampoco era secreto el que confiaba en Louis ciegamente y sin dudar ni un segundo.

El lobo lo había llevado a su lugar favorito; un pequeño claro de verde y de viva vegetación con un pequeño arroyo en el medio.

Ahora era algo así como su lugar...

Solían correr y jugar en el claro y a sus alrededores. Claro que Louis siempre ganaba en las carreritas.

Cómo estaba pasando justamente ahora.

Maldito lobo insensible.

Harry se había quedado levemente atrás, y eso que sospechaba que el lobo iba lo más lento que podía apropósito, dándole tiempo a Harry para que de esta manera no lo perdiera de vista en ningún momento. Veía como Louis trotaba de manera feliz a unos metros de él, esperándolo finalmente después de unos segundos junto a un árbol.

Under the blue snowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora