21. Confesión.

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—¿A dónde vamos, Louis?— el alfa lo tenía agarrado de la mano y lo guiaba a un destino que Harry ignoraba por completo — Dijiste que teníamos que hablar.

—Y lo haremos — le contesto Louis, realmente sin voltear a mirarlo. Casi parecía que el alfa respiraba por la boca para evitar el fuerte olor a naranja que estaba impregnado en la ropa de Harry — pero no aquí. Solo ... Solo confía en mí, ¿Está bien?

Harry gruño frustrado.

Aun cuando Louis le hubiera guardado un secreto y le había ocultado cosas cuando apenas se estaban conociendo, Harry aún confiaba en él. El alfa habría podido vendarlo y guiarlo en esa dirección desconocida, y él no se hubiera preocupado en absoluto.

Estúpida conexión de destinados, no lo dejaba pensar a Harry con normalidad.

Pero aunque su Omega rebosaba de confianza hacia al alfa ... Harry tuvo que fruncir el ceño cuando noto que comenzaban a adentrarse en el bosque.

—¿Louis, por qué estamos entrando en el bosque?

—Necesito mostrarte algo.

Harry no preguntó nada más por los siguientes cinco minutos. El Omega se comenzó a poner nervioso conforme más metros avanzaban. Sus huellas se perdían en la blanca nieve, el frío empezaba a colarse a través de su hoodie haciéndolo temblar. La nieve era tan blanca que el escaso sol y sus preciados rayos de luz creaban su efecto tornasol sobre ella.

Casi se veía azul.

—Louis — volvió a llamarlo y, cuando el alfa no hizo caso, volvió a intentar — ¡Alfa!

Pareció funcionar a la perfección, pues Louis se detuvo inmediatamente. Harry observó como la espalda del Alfa se ensanchó al tomar una respiración profunda.

Cuando Louis volteó a verlo, casi parecía tener culpa en la mirada.

—Necesito que me dejes hacer algo primero — le hablo mientras se acercaba — Sé que probablemente esté mal y que deba a esperar, pero ... Por favor.

—¿Que cosa?— Harry sintió su respiración volverse irregular cuando el alfa se acercó a él, recargando su frente con la suya

Sentía el calor del Alfa envolver su cuerpo y salvarlo del frío.

Parecía que ahora su cerebro solo podía concentrarse en el toque de Louis, quien deslizaba suavemente sus manos de arriba a abajo, de la cadera a la cintura de Harry; apretando en determinados momentos para atraer al omega más cerca, aun cuando entre sus cuerpos ya no quedaba ningún centímetro de distancia.

—Déjame quitarte el olor de ese alfa — le susurro Louis sobre sus labios.

Harry ni siquiera había terminado de procesar el cómo Louis iba a hacer eso, pero ya se encontraba asintiendo desesperadamente.

—¿Cómo...?

Louis no lo dejo terminar.

El alfa conectó sus labios en un desesperado beso. Besándolo cómo tanto había querido hacerlo todos esos días, Louis demandaba sus labios con fuerza, tanto así que Harry tuvo que aferrarse a los hombros del Alfa para no perder el equilibrio.

Lo que en un comienzo había sido un beso duro y demandante se fue convirtiéndose en un beso tan suave y dulce que comenzaba a robarle el aliento. Suspiraba cada vez que Louis probaba sus labios con dulzura, casi como si quisiera guardar la sensación en sus sentidos.

Harry aún sentía el fantasma de sus labios sobre los suyos cuando Louis finalmente se separó y beso su mejilla suavemente antes de alejarse por completo. Y ahora que le faltaban las manos de Louis en su cintura para estabilizarlo, el Omega sentía que podría caer.

Under the blue snowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora