Un pequeño viaje

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-No puedo bajarte la luna, pero si te llevaré a ver la estrellas cada noche que lo desees, porque la sensación que provocas en mi pecho será aún más longeva que ellas_

Narrador omnisciente

Mientras la chica manejaba, una suave melodía se escuchaba desde el radio. La tarde comenzaba a enfriarse y un leve aroma a pinos era traído por la brisa.

Kerck miraba por la ventana, hundido en sus pensamientos ¿Qué pasaba por su mente en ese momento? Ella no lo sabía, pero, podía deducir que no era nada malo al verlo sonreír.

El silencio reinaba en el auto, pero no era pesado, ni mucho menos incómodo, solo era silencio. Uno que les permitía pensar a ambos en sus propios asuntos.

No era nada importante realmente. En algunos momentos sus mentes se iban en lo que comerían esa tarde, lo que harían o un simple animal que se cruzaba en su área de visión.

Así fue como abandonaron poco a poco el bosque de pinos y comenzaron a notar los pequeños rastros de civilización.

Kerck notó eso con mayor atención. En el día podía apreciar mejor el paisaje.

Un pequeño pueblo, todas las casas tenían bellos y verdes patios rodeados por pequeñas cercas de madera, algunos por muros de roca y otros tantos completamente desprotegidos.

Pudo admirar varios grupos de niños jugando en esos patios y algunos otros en media calle.

Cuando los pequeños se atravesaban, él notaba que bajaba la velocidad y los niños sonreían para luego darle espacio al auto.

Ese pequeño pueblo se veía tan tranquilo, que le recordó a su hogar. En Yautja Prime también era costumbre que los niños estuvieran solos por todos lados.

En ese mundo se castigaba de la peor manera a quien se atreviera a lastimar a uno ¿Qué clase de honor habría en dañar a un pequeño? Eso era una aberración.

Claro, por eso era que las madres ahí eran más estrictas, y los pequeños yautjas se llevaban un buen regaño si llegaban a realizar alguna travesura.

Kerck no pudo evitar soltar una risita al ver que un grupo de niños eran perseguidos por un policía. Al parecer ellos habían estado jugando y le lanzaron globos con agua a algunos peatones, entre ellos el policía.

Al final, notó como el policía tomaba una de las pistolas de agua que los niños habían dejado tiradas y comenzó a perseguirlos.

Los niños corrían y reían emocionados mientras el policía, con una notoria sonrisa también, los "amenazaba" con solicitar refuerzos.

Tn pareció notar que eso había cautivado considerablemente la atención del yautja, y esbozó una sonrisa.

Tn: Créeme, ese tipo está haciendo bien su trabajo -(Dijo en tono burlón)- Este lugar es tan pequeño y tranquilo que lo mayor que podemos hacer es evitar las bromas de esos pequeños o bajar un gato del árbol.

Kerck: ¿Eh? -(La miró sorprendido)- ¿Trabajas en eso?

Tn: Algo así, de vez en cuando hago trabajo de campo y salgo a dar rondines o me quedo en la oficina atendiendo llamadas y llenando datos para evitar problemas. Ahora que lo pienso y a juzgar por los documentos que le llegan a mi jefe, él hace el trabajo del alcalde...

Kerck: ¿Alcalde? ¿Es el líder?

Tn: Oh...Sí, jaja... -(Sonrió)- Es un señor muy amable, aunque pocas veces lo he visto. No sale mucho de su casa debido a la edad que tiene.

La Deuda de un Predador  (Depredador x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora