La Deuda de un Predador (Depredador x Lectora)

Hermanos

Me pierdo en mis pensamientos, y cuando estoy cansado, solo encuentro el camino de regreso en tu mirada.

Narra: Tare

Con un poco de hielo en mi costado derecho, y algunos vendajes en los brazos, caminaba por el pasillo de la casa. Los problemas se habían acumulado, estaba aturdido, cansado y abrumado. Necesitaba explicaciones, o más bien, necesitaba que alguien exclamara "Todo va a estar bien".

Mientras caminaba en círculos, Dani salió del laboratorio de Largo con una sonrisa, eso me provocó algo de alivio, quería decir que las cosas no estaban tan mal.

-Hermanita...-(Me acerqué apresurado)- ¿Todo bien? -(Pregunté, deseando escuchar esas palabras de alivio)-

Dani: Tare, pendejo, te dije que no debías levantarte -(Al verme me regaño, pero eso no le quitó la sonrisa de los labios)- Sin embargo, sí, ja...Todo va a estar bien.

Al escuchar eso suspiré como si estuviera soltando el mayor peso de mi vida. Miré de nuevo a Dani, y le sonreí de regreso. No necesitaba escuchar más.

Dani: Ja, ve a descansar, Tare, luego me hablas de aquel sujeto, ¿Okay? Debo saber a detalle, qué o quién te lastimó así -(Suspiró)- Yo...Voy a enviarle las muestras tomadas a Valk y dejaré algunas para que Largo trabaje mañana. Si tienes hambre, hay pizza en la refri...

Tare: -(Al verla por unos segundos, me sorprendí por su tono neutro, no era común en ella hablar de forma tan madura)- Oh... ¿Ahora eres la hermana mayor? -(La seguí después de mi broma)- No pienso dejar que mi hermanita se desvele sin mí, jaja, no estoy tan herido, solo son unos rasguños...

Dani: Sí, unos "rasguños" que por poco te fríen los sesos por la calentura, ¿No? -(Me clavó la mirada, pero como era mi costumbre, solo la abracé)-

Tare: Oww...Mi pequeña hermanita aún se preocupa por mí. Tranquila, tranquila, nada ni nadie me hará dejarte sola, eso no fue más que un resfriado pasajero -(Le dije de forma divertida mientras la abrazaba, levantándola del suelo)- No te vas a librar tan fácil de mí, ¿Eh?

Dani: -(Por unos segundos me miró sorprendida, luego avergonzada y por último solo dejó salir una carcajada)- No, jaja, no me puedo librar tan fácil de ti, gran tonto, jaja...-(Me aceptó el abrazo)- Pero de verdad... ¿Quién te lastimó así? ¿Cómo? Se supone que ningún soldado normal, ni élite podría dañarte, y no se han encontrado otros humanos compatibles con la droga, entonces, ¿Cómo?, ¿Entonces sí te pueden lastimar?

Por algunos segundos sus palabras resonaron en mi mente. Durante toda mi vida, sé que ella me ha visto como la mayor fuerza que conoce. Cuando era niña, decía que yo era invencible y...Que nadie ni nada nos podría dañar. Tal vez eso no tiene relevancia ahora, pero en contraste con esas palabras y el pasado, creo que acabo de decepcionar a la pequeña niña que me creía más fuerte de lo que soy... ¿Cómo?...También me lo pregunto.

Recuerdo levantarme esta mañana, preparar el desayuno y alistarme para cualquier trabajo. Antes de que Dani se despertara, me llamaron. Valk solicitaba de urgencia mi presencia en uno de los laboratorios. La criatura había escapado de nuevo.

Algo molesto, maldije a mis adentros por sus constantes descuidos, y sin pensarlo demasiado me encaminé al trabajo, no quería problemas.

Tomé mi moto, conduje hasta una de las cuevas, y ahí fui recibido por uno de los guardias de Valk. Fui llevado hasta el subterráneo y subí a una cabina que me dejó en el dichoso laboratorio. Estaba totalmente destruido, un desastre. Pude notar incluso que algún desafortunado guardia no pudo escapar a tiempo. Lo que quedaba de él estaba esparcido por el cuarto.