La Deuda de un Predador (Depredador x Lectora)

Especial 2

¡¡PTMD, volví y todo el prro capitulo se me había borrado por animal, llevaba casi la prra mitad y ahora toca empezar de 0!!
Disculpen la tardanza, ejem, ya volví.

_Quiera morir preso en la cárcel de tus labios_

Narrador omnisciente

Kerck suspiró exaltado mientras separaba con brusquedad las piernas de su chica. Sin dudarlo rápidamente pasó su lengua fría y larga por la intimidad de ella, lo que le robó un gemido de sorpresa y placer.

Eso incentivó más a su amante, que sin pedirle permiso o tan siquiera detenerse, la tomó con fuerza de las caderas y la apretó contra su boca, chocando completamente su lengua contra el centro de su "presa". Estaba extasiado y necesitado, mientras sentía que su propia ereccion palpitaba de deseo entre sus pantalones, rogando ser abrazado por el cálido interior de su pequeña humana, que temblaba ante su tenso agarre.

Sin embargo, se contenía con desespero mientras probaba y probaba más la exitacion de su pareja. Su lengua fría se paseaba entre la zonas más sensibles, llegando al punto más débil de su amante y succionando, arrancandole un grito de placer.

-  ¡Ahh~ carajo! -[Ella gritó y arqueo la espalda, estaba molesta por ser tan obvia ante su disfrute. Se quería hacer la difícil, sin éxito]-

- tan linda~ -[Se separó por algunos segundos y sonrío extasiado, dejando un hilo de saliva entre su amada y él]- Humana~ tus intentos son en vano ¿Verdad? -[Dijo con una voz más ronca de lo normal, producto de su propia exitacion]-

- ¡Espera a q-que me suelte de aquí, me las v-vas a pag...

No tuvo ni la oportunidad de terminar su oración. Kerck dejó salir una carcajada burlona y su mano fue a la intimidad de la chica, sumergiendo dos dedos en su cálido interior golpeando directamente el punto G.

- ¡Ahhh~! -[Gritó de placer ante tal acto, todo su cuerpo se estremeció y sus piernas casi se cerraron en medio del brazo de Kerck]-

Eso lo hizo sonreír aún más y con una violencia sutil, se puso en medio de sus piernas y volvió a lamer. Su lengua se paseaba ahora únicamente sobre el punto suave de la chica y sus dedos simulaban embestidas, golpeando hacia adentro con brusquedad mientras se doblaban para apretar con más fuerza y someterla al placer.

Ella ya no podía callar sus jadeos y sus pulmones ardían ante lo agitado de su respiración. Se sentía al borde, poco a poco su visión se nublaba y perdía la noción del tiempo. Sus piernas temblaban, y de no ser porque Kerck estaba sujetándola con fuerza, ya habría caído.

Kerck estaba cada vez más agitado y le resultaba imposible contener su propio deseo. Buscando algo de consuelo, apretó el cuerpo de la chica contra su erección y atrapó una de las piernas de la su amante entre las suyas para buscar donde apoyarse. Él rozaba con desespero su ereccion contra la pierna de la chica, en un vago intento de calmarse.

Ante su propia desesperación, los gritos de la joven sobre su arrebato de placer inminente se volvían más y más ahogados. Eran como gritos bajo el agua. Kerck estaba intentando mantener la calma, pero el solo hecho de probarla, sentir su calor en la boca y escucharla jadear o maldecir de placer mientas temblaba bajo sus caricias, lo sometía como ningún otro placer lo había hecho en la vida.

De repente, con un brusco movimiento  apretó con fuerza el cuerpo de la chica y clavó sus dedos en el cálido interior, sintiendo que este se apretaba contra ellos. Eso lo hizo volver en sí. La chica tembló completamente y envolvió sus muslos contra él. Eso le robó un jadeo de placer y sorpresa mientras sentía el cálido líquido bajar por la comisura de sus labios.