La hija de Sarada y Boruto.

Capitulo 4

Guarida akatsuki:

Así que esta es la famosa guarida akatsuki, la abuela sakura me habló de ella y de los criminales rango S que habían.

Estaban algunos de esos criminales frente a mi, mirándome con el seño fruncido.

- Que hace esta chica acá?

Un hombre alto de ojos verdes con la mitad de la cara tapada fue el primero en hablar.

- Aúnque sean criminales deberían tener un poquito de educación.

- Niña no sabes donde estas metida.

Esta vez un rubio de ojos azules quien se puso frente mío me habló.

- Como si me interesara estar aquí, busco a alguien en especial y no es ninguno de ustedes.

- Esta niña tiene agallas.

El hombre títere habló con su escalofriante voz.

- Me pueden decir donde está Pain?

Todos se miraron entre si para luego mirarme.

- Quien eres tu?

Esa voz la reconocería al instante y me paralizó de la sorpresa.

- Perdón por la tardanza -le sonreí

- Se conocen? -hablo el rubio

- Largo -ordeno Pain- Dejenmen a solas con ella.

Al verme algo en Pain hizo clic.

Los miembros de akatsuki se fueron dejándonos solos.

- Tardaste mucho en regresar.

Su expresión no cambiaba.

- Tuve que arreglar unos asuntos.

Su mirada sería, ese Nagato que conocí ya no está.

- Podriamos hablar de frente?

El asintió y me agarró de la muñeca de la mano atrallendome hacia el.

- No pierdes tu toque -dije levemente sonrojada-

El solo me cargo como una princesa y empezó a saltar entre los árboles hasta que llegamos a uno muy peculiar.

Al entrar lo vi ahí en una máquina.

- Nagato... mi hermoso Nagato -le sonreí-

El se sorprendió ante mis palabras

- Que buscas aquí, Sumi?

- Alguien -me empeze a acercar hasta el- una persona que estoy persiguiendo hace tanto tiempo.

- Estas buscando todavía a ese hombre?

- Siento que estoy cerca Nagato.

Salte para estar a su altura y tomar su rostro entre mis manos.

-Estoy muy cerca y no me pienso rendir ahora.

Suspire.

- Estas muy cansada Sumi, ve con Konan ella te dará una habitación en la guarida.

Rei levemente.

- Si no me quieres cerca me lo hubieras dicho -le sonreí.

- No es eso. -dijo nervioso-

Solto sus brazos de esa máquina y me atrajo a el como lo hacía de joven.

- Te extrañé mucho Sumi.

Sentí como me abrazaba después de mucho tiempo.

- Tambien te extrañé Nagato.