Capitulo 36

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Me desperté por los rayos del sol entrando por la ventana.

Al abrir los ojos vi a mi papá mirarme con una gran sonrisa.

- No me gusta que me miren mientras duermo.

- Que caracter. -Se rio- eso lo sacaste a Sarada

- No te incomoda que tu amiga sea la madre de tu hija?

- Nunca vi a Sarada de esa forma. Pero las cosas seguro cambian de grande. Dime, Sarada es bonita también de grande?

- También? -inquiri

- Si, quizás tiene más cuerpo de grande.

- Esto se está volviendo incómodo. -puse mi mano en su cara para empujarlo

- Oye! Deberías respetarme, seré tu papá.

- Bien dicho -me incorpore- Seras! Futuro. Todavía no eres mi padre. -bosteze- Que haces aquí?

- Te vengo a invitar a comer hamburguesas. -sonrio- una salida para conocernos mejor.

- Hamburguesa? -pregunte- abuelo Naruto siempre me lleva a comer ramen.

- Ramen? No es de mis favoritos.

- Nunca probé las hamburguesas.

- QUE?! Te pierdes de mucho y más can la salsa especial que le ponen.

Yo me reí.

- De acuerdo, pero iré camuflada para que Sarada no sepa que estoy aquí.

- Y como lo harás?

- Jutsu de transformación-dije sin importancia

- Transformate en una niña de mi edad y mamá te presta su ropa de cuando era niña! Da-ttebasa!

- No es una mala idea en realidad.

Boruto sonrió y salió de la habitación.

Yo me quedé un rato sentada en la cama hasta que tía Himawari volvió con la ropa de mi abuela.

- Gracias tía Himawari.

- De nada sumi. -me sonrió tiernamente y se fue.

Al cerrar la puerta, salí de la cama para transformarme en una niña de 12 años.

Mi pelo negro y largo ahora lo tenía recogido en una coleta alta.

Junte mis manos y mi cuerpo se adaptó a la de una niña. Mi ropa me quedaba bastante grande.

Me puse la ropa de mi abuela que era unos pantalones azules igual que la remera. La típica campera color crema con el símbolo de los Hyuga en el hombro.

Sali de la habitación para que mi familia me viera.

- Wow estas muy bonita Sumi! -hablo mi tía

- Te queda bien la ropa Sumi.

- Esto es genial! Pareces una Hyuga, nadie se daría cuenta de que eres mi hija. Aunque los ojos...

- Mis ojos no los ocultaría por nada en el mundo, son un símbolo de que soy una Uzumaki.

- Esta bien. -se rio- Nos vamos mamá,  invité a Sumi a comer conmigo.

- No vengan tarde Boruto.

- No lo haremos abuela Hinata.

Nos despedidos y salimos de la casa.

Boruto pegó un pequeño salto al recordar algo.

- Casi olvido que eres distraida. -tomo mi mano con tanta gentileza y la entrelazo con la de el- así no chocaras con nadie.

La hija de Sarada y Boruto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora