"FASCINANDO AL MURCIÉLAGO" (+18) *Severus Snape*

CAPÍTULO 17 🦇

Él vuelve a desechar su varita y comienza a caminar hacia ellas.
Les extiende sus brazos,uno para cada una,invitándolas a levantarse.

Ellas se los aceptan y se irguen ante el hombre,que ahora con un rápido movimiento,las despoja de sus batas obteniendo una mejor visión de sus curvas.

Las hala a ambas para pegarlas más a él y las sujeta por la cintura.
Ellas sienten el calor que irradia el cuerpo masculino y les provoca besarlo.

La primera en hacerlo es Hermione,que se apodera de la boca de Snape sin control.
El beso carece de delicadeza,ella le devora sus labios generando que su profesor exhale roncos gemidos ante la intromisión de la lengua de la sabelotodo en su cavidad bucal.

Mientras se comen y funden sus salivas en una sola,Ginny acaricia su pecho en toda su extensión con una de sus manos y con la otra lo hace por su musculosa espalda.
Hasta que es interrumpida en su tarea por el murciélago que luego de separarse de la boca de su amiga,ahora fue por la suya.

Él también aprovecha de recorrer sus espaldas para detenerse en sus carnosos culos y darles una nalgada,todo sin separarse de sus bocas en ningún momento.

Hermione retoma la tarea que su amiga había dejado,de mimar el torso masculino,atreviendose a llegar un poco más allá,pues ya sus dedos se aventuran más abajo de la cintura de su pijama,apretando sobre sus boxers el eje que ya tuvo el agrado de saborear en una ocasión y poco a poco logra conseguir ponerlo rígido nuevamente.

El grado de agitación de los tres es sublime.
Cada poro de sus pieles están tan sensibles y receptivos a cada nuevo roce,sensación y estímulo que la compañía efectúe sobre sus cuerpos.

Severus está un par de minutos más comiendoles las bocas hasta que decide que es tiempo de tomar más de ellas y las conduce al fin,al interior de su dormitorio sin dejar de abrazarlas.

El cuarto está ocupado por una gran cama con doseles con cortinas negras y sábanas verdes de seda y a sus costados junto a ésta,una de cada lado,tiene unas mesitas de noche adornados con candelabros con tres velas cada uno y en una esquina había un ropero de dos puertas donde tranquilamente podría caber una persona o dos.

Serviría de escondite perfecto si por alguna razón tuviese que ocultarlas.
Y por último también se haya otra puerta,no tan onerosa cómo la de la entrada,que hace suponer que se trataba del baño.

Ya dentro de la habitación, Severus las suelta con la única intención de quitarse sus molestos pantalones y obsequiarles para sus centellantes ojos,con todo su esplendor,a su miembro bien erecto y firme.

Las bocas de ambas se les hacen agua.

Por fin a había llegado la hora de jugar con ese majestuoso paquete.
Y sin que éste les diga ni pida nada,juntas se arrodillan frente a su entrepierna para poner manos a la obra.O mejor dicho,bocas.

Hermione es la primera en tomarlo entre su mano y darle una suave lamida sobre su glande,probando una vez más el sabor salado que de éste se desprende.

Es ahora Severus quien cierra sus ojos mientras la castaña engulle en su totalidad su hombría tan profundamente que toca su garganta.
Todo sucede bajo la mirada atenta,lujuriosa y deseosa de su compañera que le da unos cuantos minutos a su amiga para luego reclamar su turno.

Ginny copia y repite las acciones de Hermione buscando obtener los mismos resultados sobre el pocionista.

Que se dedica a jadear y a gemir abiertamente ante sus atenciones.

Luego cansada de esperar su ronda, Hermione se decide a unirse a Ginny y ahora entre las dos, le practican el sexo oral más maravilloso de toda su vida.