Era inexplicable la sensación que tenía cada una. Aquel momento que estaban teniendo se vió interrumpido por una alarma sonando en el celular de Victoria, apenada apagó la alarma y Daniela se despidió:
- Muchas gracias por la comida y por traerme a mi casa.
- No tienes porqué agradecer, Dani.
Daniela intentó abri la puerta para bajar del automóvil, Victoria desactivó el seguro y:
- ¿Espérame, sí? -dijo mientras bajaba del automóvil para ir a abrirle la puerta a Daniela.
- Gracias, profe. -dijo Daniela mientras bajaba del automóvil.
- Fuera de la escuela soy Victoria.
Daniela sonrió como respuesta a lo que dijo Victoria, se acercó a Victoria, se puso de puntillas para estirarse y darle un beso en la mejilla a Victoria para despedirse:
- Hasta mañana. -dijo Daniela mientras se alejaba para llegar a la entrada de su casa.
Victoria se despedía con un gesto moviendo su mano derecha mientras veía como Daniela se alejaba y entraba a su casa, subió al automóvil y condujo hacia su casa.
Al llegar estacionó su auto y entró a su casa, colocó su portafolios sobre la mesa de sala y se sentó en uno de los sillones para quitarse los tenis, se dirigió hacia su recámara, se metió bajo las cobijas, emocionalmente estaba agotada aunque estar con Daniela la hacía sentir bien.Daniela entró a su casa, colocó su mochila sobre uno de los sillones de la sala y se dirigió a su recámara para ir por su laptop para hacer su tarea.
Victoria no iba a dormir, tampoco quería continuar llorando porque mañana debía trabajar y usar lentes obscuros todo el tiempo no es la opción, simplemente se relajó escuchando música hasta que anocheciera.
Daniela terminó de hacer su tarea, fue a su cocina para buscar qué cenar, preparo algo rápido para ir a dormir lo más pronto posible.
Victoria se dirigió a la cocina para calentar comida y cenar. Al terminar se fue a dormir.
Daniela, al amanecer lo primero que hizo fué darse un baño, luego se puso su uniforme limpio y se dirigió a la cocina a prepararse el desayuno. Al terminar tomó su mochila y salió de su casa para tomar un taxi.
Victoria, al amanecer salió de su recámara para dirigirse a la cocina a desayunar, luego se dió un baño, se puso ropa limpia, formal, tomó su portafolios y salió de su casa para dirigirse a su automóvil.
Victoria llegó un par de minutos antes de la hora en la que llegaba, estaba en la sala de maestros acomodando su laptop sobre la mesa redonda que estaba justo pegada a la ventana, sentándose de frente a la ventana.
Daniela llegó a la hora de siempre, camino a su salón vio las luces encendidas de la sala de maestros, volteó por simple curiosidad, pues siempre podía ver ahí a Victoria acomodando sus cosas.
Victoria vio a Daniela, se saludaron con un movimiento en sus manos y una sonrisa y luego cada una siguió en lo suyo.
Al entrar al salón Daniela sacó sus audífonos y su celular, para escuchar música y leer un poco.
Victoria estaba realizando un plan de aprendizajes para todos los grupos que tenía para dar clases.Sonó el timbre para inicio de clases, Verónica apareció por la puerta mirando a Daniela, ambas se saludaron y Verónica tomó el asiento de siempre, junto a Daniela.
Empezaron sus clases como normalmente y en la hora del receso:
- Dani, mi amor, perdóname. Ana, la chica lacia y seria que siempre se sienta en las bancas de allá, me está esperando allá afuera, ayer me propuso que comiéramos juntas. No te quería dejar sola, pero, ¿por favor? solo hoy...
- Vero, no te preocupes. Suerte con ella. Me cuentas qué tal les va. -dijo Daniela mientras daba un beso en ambas mejillas a Verónica.
Daniela bajó las escaleras para ir hacia los comedores, estando ahí sacó de su mochila los topers con comida que llevaba, mientras comía escuchaba música; Daniela no notó que Victoria le hablaba y estaba justo detrás de ella:
- Hola, Dani.
- Hola.
- Eh, ¿puedo sentarme? -dijo Victoria mientras picaba el hombro de Daniela.
Daniela volteó con sorpresa cuando sintió un dedo picando su hombro. Dió un pequeño brinquito y su corazón se aceleró al mil por minuto cuando vio a Victoria:
- Perdón, estaba escuchando música.
- ¿Puedo? -preguntó Victoria mientras jalaba una de las sillas para sentarse en la mesa.
- Claro, discúlpeme. -dijo Daniela con sentimiento de arrendamiento por no haber atendido a lo que le dijo desde el inicio.
- No te preocupes, Dani. -dijo Victoria mientras le sonreía.
Daniela cautivada por cómo lucía Victoria, la miró detenidamente, enfocándose en observar los labios rojos de Victoria, quien también observaba detenidamente a Daniela, Victoria al notar que Daniela miraba detenidamente sus labios no dudó en morder discreta y delicadamente su labio inferior.