Capítulo 7.

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Al caminar por el pasillo para dirigirse a la salida:
- Espérame Daniela, haré mi registro de salida.
- Ok.
Daniela siguió caminando hasta la entrada del colegio, deteniéndose exactamente frente a la puerta. Victoria se dirigió hacia una maquinita en la entrada del colegio, tecleó unos números y luego se dirigió hacia donde estaba Daniela.
En seguida el guardia de seguridad salió de donde estaba para abrirles la puerta:
- Gracias. -respondieron Daniela y Victoria a la par.
Victoria le sedio el paso a Daniela para salir del colegio:
- Gracias, ¿hacia dónde caminaremos?
- No caminaremos, iremos en mi automóvil, es ese de allá, ven. -dijo Victoria acercándose a un automóvil color negro, sacando las llaves de su bolso para poder abrirlo.
Daniela seguía a la profesora Victoria, quien se posicionó en la puerta trasera del copiloto, abrió la puerta del auto y dejó sus cosas en el asiento; cerró la puerta y abrió la del copiloto:
- Sube, Dani.
Daniela tomó su mochila entre sus manos y subió al automóvil:
- Gracias.
Victoria cerró la puerta del automóvil y se dirigió al lugar del piloto, abrió la puerta y entró al auto.
Daniela apretó de los nervios por estar en el automóvil de la profesora Victoria a su mochila.
- Ay, Dani, disculpame. ¿Dónde tengo la cabeza?, no te ofrecí colocar tus cosas en la parte de atrás. -dijo Victoria a Daniela con un sentimiento de arrepentimiento.
- No se preocupe. -dijo Daniela despojándose un poco de su nerviosismo.
- ¿La pongo atrás? -preguntó Victoria a Daniela estirando su mano para que Daniela le diera la mochila.
- Sí, por favor.
Daniela tomó su mochila y dejó que Victoria la pusiera atrás, a lado de las cosas de ella. Por un momento cuando Victoria pasaba la mochila a la parte trasera del auto al girar nuevamente hacia al frente Daniela y Victoria estuvieron cara a cara. Daniela no pudo evitar observar los labios rojos de la profesora Victoria, y a su vez Victoria no pudo evitar ver los labios de Daniela. Ambas despegaron sus ojos de lo que miraban.
-“Desde el primer día que los vi no he deseado nada más que besar a Daniela, pero no puedo hacerlo, menos ahora, parecería oportunista y aprovechada, no soy así. Debería despojarme de ésto que comienzo a sentir, será mejor antes de que incrementen éstos sentimientos”. -pensó Victoria.

-“Solo fué casualidad, la profesora no siente nada por mí más que simpatía. Aunque desearía que me hubiera besado”. -pensó Daniela.

- Vamos ahora sí, Dani.
Por cierto, no te pregunté cómo te gustaba que te llamaran?, ¿está bien si te digo “Dani”?
- Oh, no me molesta. Está bien como elija decirme. ¿A usted cómo le gusta que le digan?, ¿Tiene dos nombres cierto?
- Así es, María Victoria. Y me gustan ambos nombres, puedes elegir un apodo o diminutivo de cualquier nombre que gustes. ¿Tú también tienes dos nombres, verdad?
- Sí, Daniela Teresa. También me gustan ambos nombres, aunque casi siempre eligen llamarme Daniela. Mi madre me llama Teresita, y mi padre Danielita; me siento bastante chiqueada cuando me llaman así.
- Seguro que son una familia muy unida, ¡qué diminutivos tan lindos! -dijo Victoria con ternura.
- Oh, realmente no, mis papás se la pasan trabajando la mayor parte del tiempo, pocas veces están conmigo y actualmente están en proceso de divorcio, pero sí, supongo que los diminutivos son lindos.
- Ay, Dani. Discúlpame, no debí sacar esos temas. -dijo Victoria un poco desanimada buscando por el espejo retrovisor si Daniela estaba incómoda tras el comentario que hizo.
- No pasa nada. -dijo Daniela tranquilamente.

Daniela y Victoria llegaron a su destino, Victoria se estacionó, tomó su cartera y bajó del automóvil:
- Espéreme, voy a sacar mi cartera también.-dijo Daniela a Victoria mientras giraba hacia donde estaba su mochila.
Victoria al salir del automóvil mientras Daniela estaba centrada buscando su cartera de dirigió hacia la puerta del copiloto para abrirle la puerta a Daniela, ésta al darse cuenta le sonrió a la profesora Victoria y agradeció por el gesto de amabilidad mientras bajaba del automóvil y Victoria cerraba la puerta y colocaba seguro al auto.

Amor imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora