Victoria se despertó rápidamente por el sonido de la alarma, la apagó casi al instante por no querer que Daniela despertara por su culpa, no tenía el valor de mirarla tan pronto después de lo que pasó ayer, no sabía cómo abordar el tema o si iba a querer hablar de ello, dejaría todo a decisión de Daniela para no incomodarla. Mientras tanto, con toda la familiaridad del mundo se dirigió a la cocina para preparar el desayuno, quería salir y comprar algo ya preparado pero no quería despertar a Daniela para que ella le abriera la puerta. Victoria nunca antes había preparado comida para alguien, ni siquiera para quien en su momento fué su esposo, se auto exigió hacer el desayuno más perfecto en toda su vida.
Preparó huevos estrellados, encontró arroz ya echo, frió tocino y también hizo un jugo de naranja.Daniela despertó, podía percibir un aroma que le gustó al instante, se sentó y vio en una orilla de su cama la ropa del día anterior, extrañada se quitó las cobijas y miró que estaba cambiada, se sonrojo por pensar que Victoria la había cambiado de ropa y tambien por recordar lo que sucedió ayer. Se levantó de la cama para ir al baño y lavarse la cara y los dientes. Tenía miedo de salir y ver a Victoria, no sabía si hacer como si no hubiera pasado nada o enfrentar el momento. Secó su rostro y salió de su recámara, de inmediato el aroma se adueñó de su casa, en puntillas se dirigió a la cocina, pudo ver a Victoria tarareando una canción mientras temerosa cocinaba:
- Hola, buenos días.
- Ay... hola, Dani. ¿Cómo amaneciste?
- De maravilla, ¿y usted?
- También de maravilla. Estoy preparando el desayuno, espero que no te moleste mi confianza, y que por su puesto te guste lo que preparé.
- Me despertó el olor tan rico. No tengo comedor aún, como ve, como en la isla, ¿está bien o prefiere que lo hagamos en la sala?
- En donde decidas está bien.
- Daniela acercó la jarra de jugo y Victoria los platos ya servidos.
Al inicio hubo un silencio incómodo, Daniela probó la comida:
- Sabe increíble Vicky.
- Gracias Dani, es algo sencillo.
Volvieron al silencio incómodo y Daniela volvió a romper el silencio:
- No, no quiero...
Victoria extrañada dejó de comer y preguntó:
- Te puedo preparar otra cosa, ¿qué te gustaría?
- No, no quiero evadir lo que sucedió ayer.
Victoria sintió que su cuerpo temblaba de nervios, trato calmarse después de lo que dijo Daniela:
- Entonces no lo hay que evadirlo. Pero estuvo mal, somos alumna - profesora.
- Fuera del Colegio usted es Victoria, lo dijo... Fuera del Colegio ya no estamos comprometidas a comportarnos como se nos pide.
Victoria no dijo nada, no podía discutir contra algo que inicialmente ella dijo.
El silencio incómodo se adueñó por completo del tiempo en el que terminaron de desayunar, Daniela recogió su plato y lo llevo al fregadero, Victoria hizo lo mismo, ambas quedaron de frente:
- Bien Daniela, aclaremos todo, completamente todo. -dijo tomando entre sus manos las manos de Daniela.
Ambas se dirigieron hacia la sala y se sentaron en uno de los sillones.
- ¿Sientes algo por mí, Daniela?
- Sí. Me he enamorado de usted.
- No puede ser que te enamores simplemente por lo que pasó ayer. -dijo Victoria casi reclamando.
- Es que no fue por lo que sucedió ayer. Desde que la conocí algo en mí me hizo sentir de una forma que no puedo explicar porque jamás antes lo había experimentado.
Victoria se levantó y comenzó a caminar por toda la sala: - “Si tan solo supiera que siento lo mismo por ella”.
- Sí sabes que si en el Colegio se enteran de ésto podría perder mi trabajo.
- ¿Quién lo va a decir?, no tenemos testigos.
- Daniela, lo que sientes es correspondido. -dijo Victoria llenándose de valor.
Daniela se levantó y se puso frente a Victoria, ambas se miraron a los ojos:
- ¿Cómo sé que no estás mintiendo? Sabes, he tenido infinidad de alumnos que han querido acercarse a mí para beneficiarse académicamente.
- Porque digo la verdad, no necesitaría de manipular para beneficios en el Colegio, creo que soy completamente suficiente para obtener buenas calificaciones por mi propia cuenta.
Era cierto lo que decía Daniela, Victoria levantó acusaciones al aire sin pensar que Daniela era con ella lo más transparente que ha conocido en alguna otra persona.
- Te creo. No querías evadir ésto, y estamos hablándolo... ¿Qué quieres que suceda después?
- No lo sé...
- Dejaré que tú elijas, la primera opción es no volver a hablar del tema y continuar siendo lo que inicialmente somos: alumna y profesora; y la segunda opción es empezar de nuevo, conocernos de una manera diferente, como: mujer y mujer, no como alumna y profesora.
- La segunda opción dejarían en desventaja su profesión, de ninguna forma arruinaría lo que le ha costado tener.
- Eso quiere decir que no te gustaría olvidar lo que pasó ni mucho menos causarme daños, pero, lo harías si elijes la primera solo por no elegir hacerme daño de una manera diferente.
Daniela miró a los ojos a Victoria, Victoria tomó las manos de Daniela:
- Dani, mis opciones nos han puesto entre la espada y la pared. ¿Podrías dar alguna otra para que no salgas lastimada?
- ¿El dolor puede ser parte de querer?
- Lo ideal sería que no.
- ¿De qué forma podríamos no sufrir ambas?
- Con la segunda.
- Pero podría ser riesgoso para su empleo.
- Al final no importaría si tú estás.