Capítulo 47.

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Victoria se obligó a despertar al instante en el que comenzó a sonar la alarma, con los ojos entrecerrados encendió las luces y bajó las escaleras cuidadosamente para dirigirse hacia la cocina, en su celular colocó a la instructora que guiaba las recetas y comenzó por dejar marinar la pechuga mientras adelantaba lo que se debía hacer para la crema de zanahoria. Preparó un bowl de yogurt, cereal y frutas para desayunar mientras guisaba.
Al terminar de preparar la comida preparó la mezcla de los muffins, la colocó dentro de los moldes y los llevó al horno, mientras se bañaba y se arreglaba los dejaría coserse.
Subió a su recámara y entro al baño para ducharse. Al salir tomó la bolsa de ropa que compró y del clóset sacó el outfit ya ordenado que usaría, con la ropa entre sus manos comenzó a vestirse. Lo que había escogido aquella vez en el centro comercial no era la gran cosa, sino simplemente ropa interior diferente a la que siempre usa, o al menos para esta ocasión no era algo diferente, quería usar prendas que a su parecer resultarían más agradables ante la vista de una segunda persona (Daniela). Mientras se colocaba la ropa interior se miró en el espejo y admiró cómo lucía, continúo por ponerse un pantalón de mezclilla azul claro acampanado, una blusa de manga larga y cuello alto color negra, y por último una camisa de manga larga color blanca, de la cual dejó desabotonados varios botones para dejar ver la blusa de abajo y también los collares que usaría. Secó su cabello con una toalla y antes de comenzar a desenredarlo y peinarlo bajó a la cocina para apagar el horno y sacar los muffins. Dejó sobre la parrilla de la estufa el molde y regresó a su recámara para terminar de arreglarse, se colocó las joyas que casi siempre usaba, anillos en ambas manos, un collar y aretes. Después se hizo el maquillaje de siempre; desenredó, peinó y se hizo las hondas semi rizadas de siempre en su cabello negro y brilloso.

Daniela despertó casi al instante en el que comenzó a sonar su alarma, al levantarse organizó su cama y se dirigió hacia el baño para lavarse el rostro, los dientes y ponerse ropa cómoda (pans) para ir a hacer algunas selecciones de muebles para la remodelación de su cocina. Antes de salir de casa tomó las llaves de esta misma, las de su automóvil y su cartera para dirigirse hacia el sitio donde escogería sus nuevos muebles. Cuando llegó al lugar recorrió todo, viendo detalladamente todas las opciones que tenía, al final una de esas opciones le gustó demasiado, seleccionó la cocina integran en la plataforma digital del sitio e hizo el pedido, el pago y la cita para que fuera colocada en su casa. Al salir de la tienda se dirigió hacia otro establecimiento de comida para desayunar algo. Regresó a su casa, navegó un poco en redes sociales y luego se dirigió hacia su recámara para darse un baño. En su clóset escogió un top blanco de mangas largas, un overol de mezclilla azul cielo y unos tenis blancos. Una vez vestida y manteniendo una toalla en su cabello para que absorbiera la mayor cantidad de agua posible que aún tenía en el cabello comenzó a maquillarse como siempre, labial y pestañas rizadas. Al terminar dejó la toalla en el baño y mientras se dirigía hacia la sala pasaba sus dedos delicadamente entre su cabello desenredándolo y peinándolo, encendió la televisión y colocó algo que le llamara la atención, después de un rato de estar cómodamente sentada en el sillón sonó el timbre, se levantó y al abrir la puerta estaba frente a ella la mujer más guapa que sus ojos habían visto, estaba confundida pero bastante emocionada, sin pensarlo se abalanzó entre sus brazos y Victoria sujetándola con la misma intensidad entró a su casa. Después de abrazarse el tiempo suficiente, Daniela cerró la puerta ya estando amabas dentro.
- Tengo planeado que tengamos una cita en mi casa, ¿Aceptaría ir, señorita? -preguntó Victoria con un poco de timidez.
- Claro que acepto, mi amor.
- Pues vámonos entonces.
Daniela tomó su cartera y su celular y ambas salieron de casa.
Cuando ambas estaban ya dentro del automóvil Daniela rompió el silencio: - Mamá vino a visitarme. -dijo emocionada.
- Cuéntame cariño. -respondió Victoria mientras comenzaba a conducir.
En el transcurso del camino Victoria volteaba a ver a Daniela a medida que se podía con inmensa ternura ante la emoción que Daniela expresaba en cada palabra. Al entrar a la casa de Victoria Daniela percibió al instante los olores en el aire: - Huele riquísimo.
- Preparé todo especialmente para ti. -dijo Victoria sonriendo.
Daniela le dió un beso de piquito. - Te ayudaré a servir, vamos... Muero por probar. -dijo tomando de la mano a Victoria para dirigirse hacia la cocina.
Ambas acomodaron todo lo necesario sobre la mesa del comedor muy detalladamente, colocaron al centro una jarra llena de agua simple, un par de vasos, platos, tazones y cubiertos, además de los refractarios.
Cuando ya estaba todo acomodado, Daniela se sentó al extremo contrario del lugar que tomaría Victoria mientras esta le servía primero a Daniela y luego se serviría a sí misma para después tomar asiento también.
Mientras comían Victoria le platicó a Daniela sobre sus cortas pero maravillosas vacaciones. Cuando terminaron de comer Daniela quiso halagar a Victoria:
- No solo llenas mi corazón de amor sino también mi estómago de riquísima comida.
Victoria se sonrojó y su respuesta inmediata solo fué sonreír amorosamente.
Daniela se levantó de su lugar, se dirigió hacia donde estaba Victoria y le dió un beso corto muy delicado y apasionado para luego comenzar a recoger y limpiar la mesa para llevar todo lo que estaba sucio a lavar, Victoria secó los trastes y Daniela los acomodaba en sus respectivos lugares.
Daniela se entretuvo un poco en la organización, acomodando muy detalladamente los cubiertos.
- Ya tardaste mucho, ¿qué haces? -preguntó Victoria acercándose por detrás de Daniela tomándola delicadamente de la cintura.
- Estoy acomodándolos por tamaños y tipos. -respondió Daniela con una sonrisa en el rostro mostrando los dientes.
Victoria rió ligeramente, le dió la vuelta y al tenerla frente a frente la sujetó delicadamente del cuello indicando posesión sobre ella para darle un beso tierno y apasionado.

Amor imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora