Capítulo 37.

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Daniela durante la semana de clases entregó los ensayos, recibió sus calificaciones y por fin liberó módulos.

Victoria durante la semana de clases recibió ensayos finales, los calificó y evaluó con ayuda de Daniela.

El último día de clases Victoria estaba en la biblioteca, ocupando una de las mesas en el área de libreros, el cual simulaban los libreros un laberinto escondiendo entre ellos algunas mesas, las paredes de esa área eran de cristal, a través de ellas Daniela entrando con sigilo podía ver a Victoria muy concentrada mirando fijamente los movimientos que hacía girando sus anillos. Daniela estaba a dos metros de Victoria quien ni siquiera había notado la presencia de ella aún:
- Hola preciosa. -dijo Daniela acercándose lentamente.
- Hola amor. -respondió Victoria mientras le sonreía coquetamente.
Daniela jaló una banca a lado de Victoria para sentarse.
- ¿Ya no tienes más pendientes por atender? -preguntó Victoria mientras cerraba su laptop y la guardaba.
- No, ya acredité todos mis módulos, ¿Nos vamos?
- Paso a sala de maestros por mis cosas, hago mi registro de salida y nos vamos, ¿va? -dijo Victoria mientras comenzaba a guardar las cosas que tenía sobre la mesa dentro de su portafolios.
Cuando salieron del área de libreros Victoria caminaba frente a Daniela, antes de salir de la biblioteca Daniela se apresuró para acariciar ligeramente los muslos de Victoria, ambas sonrieron con complicidad cuando salieron por completo de la biblioteca, mientras caminaban por el pasillo Victoria le entregó a Daniela las llaves del automóvil para que la esperara en el estacionamiento.

Daniela checaba sus redes sociales mientras esperaba a Victoria, concentrada en el celular se espantó al escuchar que tocaban el vidrio del automóvil:
- Préstame las llaves Dani. -dijo Victoria desde fuera mientras tocaba con insistencia pero delicadamente el vidrio del automóvil.
Daniela bajó el vidrio, le entregó a Victoria las llaves, luego volvió a subir el vidrio y se estiró un poco para abrirle la puerta del piloto a Victoria.
Victoria colocó sus cosas dentro de la cajuela, la cerró y subió al automóvil, besó delicadamente a Daniela mordiendo ligeramente su labio inferior.
Daniela sonrió coquetamente mientras Victoria encendía el automóvil.
- Hace mucho que no visitamos mi fonda favorita, ¿vamos? -preguntó Victoria con mucha ilusión mientras se colocaba el cinturón de seguridad.
- Sí, vamos. -respondió Daniela mientras se acomodaba en el asiento para darle un besito delicado, tierno y apasionado a Victoria.
Victoria condujo fuera del estacionamiento para dirigirse hacia la fonda, al llegar bajó del auto para abrirle la puerta a Daniela y ambas entraron al lugar:
- Buenas tardes. -saludaron ambas al entrar.
- Buenas tardes, pasen. -dijo una de las meseras amablemente.
Victoria escogió una de las mesas disponibles, tomaron asiento y escogieron lo que comerían; mientras comían platicaban un poco:
- ¿Cuándo te irás? -preguntó Daniela luego de sorber un trago de su bebida.
- El lunes, tal vez. Tenemos el fin de semana para disfrutar juntas. -respondió Victoria sonriendo amorosamente.
- Espero que te relajes y te diviertas mucho.
- Me encantaría llevarte conmigo.
- Aunque puedo, no me gustaría, tengo otros planes que me mantienen muy ilusionada.
- Entiendo, Dani. No siempre podemos estar como muéganos.
Daniela rieron con la respuesta de Victoria.

Cuando terminaron de comer al estar por salir del lugar Daniela frenó sin avisar a Victoria empujándola de regreso adentro:
- ¿Pero qué pasa, Daniela? -preguntó Victoria.
- Afuera, afuera está Alelí y algunos compañeros del salón.
Victoria se contagió del miedo instantáneo que sintió Daniela, luego ambas se tranquilizaron, salieron tranquilamente ignorando todo lo sucedido minutos atrás. Victoria se dirigió hacia el lugar del piloto para abrir la puerta y subir al automóvil y Daniela se dirigió hacia el lugar del copiloto para abrir la puerta y subir también. Cuando entraron al automóvil ambas pudieron notar que no habían pasado desapercibidas ante los alumnos de Victoria y compañeros de Daniela.
- ¡Dios mío, fueron demasiado extrañas sus miradas! -dijo Daniela.
- Está todo bien, amor. No estamos en una situación comprometedora, además en el Colegio saben que tenemos una relación amistosa, como casi familia. -dijo Victoria intentando trasmitirle a Daniela serenidad.
- Tengo que confesarte que espero absolutamente todo de Alelí, podría intentar lo que sea con tal de hacerme la vida imposible aunque nos haya visto de lo más normal.
- Tu rivalidad con ella debe parar, Daniela. Ambas son tan decididas y firmes que las llevaría a cualquier situación pero lo que sin duda te hace diferente a ella es que tú no buscas dañar por dañar.
Daniela, cabizbaja no respondió.
Victoria condujo hasta llegar a su casa, antes de bajar del automóvil Daniela ya estaba un poco más relajada, dejó detrás los pensamientos negativos y un poco tristes que su mente generó.
Ambas bajaron del automóvil y entraron a la casa de Victoria, mientras ella encendía las luces Daniela esperaba pacientemente la luz:
- Siempre estás divina, pero hoy exageraste. -dijo Daniela tomando de la mano a Victoria para darle una vuelta.
Victoria rió amorosa y tiernamente: - Te quiero. -dijo dulcemente.
Daniela sujetó por la cintura a Victoria y llenó su rostro de muchos besitos.
- ¿Te parece si vamos a algún lugar? -preguntó Victoria.
- Mejor hagamos algo aquí en casa, aquí puedo darte libremente las demostraciones de amor que afuera no puedo darte. -respondió Daniela mientras acariciaba el cabello lacio de Victoria.
- Es cierto, pero con el tiempo verás que todo será diferente. -dijo Victoria con mucha ilusión.
Victoria sujetó de la cintura a Daniela para levantarla, Daniela enredó sus piernas en la cadera de Victoria y Victoria caminó con Daniela entre los brazos hacia las escaleras para llegar a la recámara, al llegar Daniela bajó de entre los brazos de Victoria y se besaron delicada pero apasionadamente.
Daniela acariciaba los muslos de Victoria sobre el vestido, mientras que Victoria besaba con deseo a Daniela, dejando delicadas mordidas en el labio inferior de Daniela.
Daniela deslizó sus manos hacia la espalda de Victoria, tomó entre sus dedos el cierre del vestido y comenzó a bajarlo ligeramente hasta que el vestido flojo calló al suelo por completo. Victoria giró y guío a Daniela hasta donde estaba el tocador para colocarla justo entre el tocador y su cuerpo, besaba delicada pero apasionadamente a Daniela mientras bajo su falda acariciaba sus piernas. Daniela desató su corbata y desabrochaba despacio algunos botones de su camisa, quitó por completo su suéter y la corbata, Victoria entre besos y caricias hacia Daniela observaba detenidamente todos y cada uno de sus movimientos quitándose las prendas.
Daniela se trepó sobre el tocador, Victoria se acomodó entre las piernas de Daniela y sus manos pasaron de acariciar sus piernas a acariciar sus muslos.
Se besaron tierna, delicada y apasionadamente. Daniela se sujetó del cuello de Victoria mientras se dejaba consentir por las caricias que ella le daba. Victoria desabrochó los botones faltantes y delicadamente le quitó por completo la camisa a Daniela, entre besos deslizó sus manos hacia el borde de la falda para desabrocharla, Daniela se bajó del tocador para que la falda cayera al piso.
Victoria volvió a sujetar a Daniela para sentarla en el tocador nuevamente, mientras se besaban delicada y apasionadamente Victoria con sus manos deslizó todo lo que estaba sobre el tocador para que Daniela pudiera estar sin dificultades por los objetos, algunas cosas cayeron sobre el tapete que estaba bajo los pies de Victoria, cubriendo toda el área del tocador.
Daniela ató su cabello mientras sentía los besos de Victoria sobre su cuello. Victoria tomó entre sus manos ambos senos de Daniela, masajeándolos de forma vertical. Deslizó sus manos desde los senos de Daniela hacia su espalda baja, acariciando sus muslos sobre la ropa interior, paró de besar el cuello de Daniela para pasar esta vez a besar nuevamente sus labios, tierna, delicada y apasionadamente, deslizó sus manos hacia la espalda de Daniela, justo donde están los broches de su brasier para desbrocharlos. Victoria le indicó a Daniela que volviera a bajar del tocador y poco a poco, deslizó sus manos desde su espalda hasta las caderas de Daniela para bajar la ropa interior.
Daniela con ayuda de Victoria volvió a colocarse sobre el tocador, con las piernas abiertas para que Victoria estuviera en la posición que tomó desde el inicio. Victoria mientras sujetaba con la mano dominante la cintura de Daniela  la otra mano estaba sobre su pierna, Daniela aumentó la intensidad de los besos, mordió ligeramente el labio inferior de Victoria, y entre momentos introducía su lengua delicadamente, el ritmo ligero y la ternura las hacia estallar de placer.
Daniela se sujetó con ambas manos del cuello de Victoria, mientras ella cambiaba de posición sus manos, la mano dominante la colocó en la entrepierna de Daniela, mientras que con la mano no dominante la sujetaba de la cintura, Victoria acarició ligeramente la vulva de Daniela, con suficiente ritmo como para causar en Daniela la tan esperada lubricación, Victoria paró de besar a Daniela y situó su rostro en medio de las piernas de Daniela, dió varios besitos sobre la entrepierna de Daniela hasta llegar a su vulva, con la punta de su lengua deslizó desde abajo hacia arriba hasta tocar el clítoris, hizo movimientos con ritmo sobre él, primero movimientos circulares, luego verticales y horizontales, después de un rato con los movimientos delicados pero con buen ritmo Daniela tuvo un orgasmo, Victoria luego de ello, dejó varios besitos sobre la entrepierna de Daniela. Regresó a su posición inicial, sujetó a Daniela por la cintura con la mano dominante y con la mano no dominante acariciaba con delicadeza la mejilla de Daniela.
Daniela besó tierna, delicada y apasionadamente a Victoria. Victoria con una sonrisa sincera correspondió un segundo beso.
- ¿Continuamos o prefieres parar? -preguntó Victoria.
- Continuemos. -respondió Daniela, sonriendo pícaramente
Victoria sujetó de las piernas a Daniela para levantarla, Daniela enredó sus piernas en la cadera de Victoria y se abrazó de su cuello.
Victoria la llevó hasta la cama, al acostarla se trepó sobre ella, sin dejar caer su peso sobre el cuerpo de Daniela; se colocaron en una posición cómoda, Victoria colocó una de sus rodillas en la entrepierna de Daniela y la otra pierna la colocó a un lado de la otra pierna de Daniela, delicadamente mientras Victoria ataba su cabello, Daniela acariciaba ambos senos de Victoria, de arriba a bajo, Victoria se concentró un poco en disfrutar los movimientos de Daniela. Victoria hizo algunos sonidos de placer, Daniela con delicadeza quitó el brasier de Victoria, cuando Daniela se acomodó para llevar uno de los senos de Victoria a su boca, Victoria apartó los movimientos de Daniela para pegarse hacia ella y darle un beso delicado y apasionado.
- Cielo, ¿por qué siempre intentas pararme? -preguntó Daniela.
- Amor, quiero consentirte. ¿Sí  puedo? -preguntó Victoria coqueta.
- Está bien. -respondió Daniela resignada pero con una sonrisa coqueta en el rostro.
Ambas volvieron a acomodarse, Daniela se acostó por completo boca arriba, Victoria se colocó de lado justo a un lado de Daniela. Victoria con su mano dominante acariciaba delicadamente los senos de Daniela mientras continuaban con los besos tiernos y apasionados.
Varios minutos entre besos apasionados y caricias delicadas se detenían un poco para compartir miradas tiernas:
- Cielo, ¿te gusta cuando usamos el arnés? -preguntó Victoria acariciando el cabello de Daniela.
- Sí, aunque era una sensación nueva para mí. -respondió Daniela girando en la misma posición que tenía Victoria para mirarla a los ojos.
- ¿Te refieres al uso del objeto o a la situación? -preguntó Victoria luego de darle un beso en la frente a Daniela.
- Al uso; tiempo atrás había iniciado mi vida sexual con un chico.
- Está bien, ¿te gustaría integrar el arnés siempre o solo cuando se dé o definitivamente no quisieras integrarlo? Es muy importante para mí tu comodidad. -propuso Victoria.
- Elijo la segunda opción, estoy abierta a todo lo que pudiera suceder. ¿A tí te incomoda usarlo? -preguntó Daniela mirando tiernamente a Victoria.
- No me incomoda, también me agrada la opción que elegiste.
Daniela le dió un beso de piquito a Victoria.
- Me comienza a dar frío, ¿podemos continuar después? -preguntó Victoria con timidez.
- Me parece bien. -respondió Daniela.
Ambas se levantaron de la cama se dirigieron hacia el clóset y se vistieron.
Daniela buscó un poco entre todas las prendas que había:
- ¿Puedo usar ésto? -preguntó Daniela con timidez.
- Toma lo que gustes, cielo. -respondió Victoria tiernamente.
Daniela tomó un traje de vestir color negro, encontró una camisa blanca de manga larga, tomó un pantalón de mezclilla y unos tenis Converse de botita. Victoria no se decidía por alguna combinación:
- ¿Le puedo ayudar, guapa? -preguntó coquetamente Daniela.
- Por favor, señorita. -respondió coquetamente Victoria.
Daniela escogió una camisa blanca de manga larga, un top tejido de tirantes color negro, un pantalón acampanado de mezclilla y unas zapatillas negras.
- Haces unas combinaciones increíbles. Me encantan. -dijo Victoria con emoción.
- A mí me encantan más tus ojos. -respondió Daniela mientras colocaba todas las prendas sobre la cama.
Victoria soltó una risita tierna y luego respondió: - Ay, tú... Qué cursi.
Daniela sonrió con ternura.
Cuando ambas terminaron de vestirse, Victoria escogió el peinado para ambas.
Cuando por fin terminaron de arreglarse:
- Vámonos. -dijo Victoria.
- ¿A dónde?, ¿No que íbamos a quedaros aquí en casa? -preguntó Daniela con los brazos cruzados.
- Iremos a una obra de teatro. -respondió Victoria con tranquilidad mientras le sonreía coquetamente.
- Bueno, está bien. Pero mañana sí o sí será el día completo aquí en casa. -dijo Daniela acercándose a Victoria para darle un beso tierno y delicado.
- Lo que tú digas cariño. -respondió Victoria.
Ambas salieron de casa de Victoria, ésta vez no irían en automóvil, Victoria pidió un taxi para llegar al lugar. Victoria abrió la puerta trasera del copiloto y le pidió a Daniela que entrara al auto, cuando ya estaba dentro cerró la puerta y se dirigió hacia la puerta trasera del piloto y entró al automóvil:
- Buenas tardes. -saludaron ambas al chófer.
- Buenas tardes. -respondió el chófer. - ¿A dónde las llevo? -añadió.
Victoria le dió la dirección. Al llegar a su destino ambas bajaron del automóvil, pagaron, se despidieron y agradecieron al chófer y se dirigieron hacia la entrada del teatro:
- ¿Ya habías venido antes a algún teatro? -preguntó Victoria.
- Sí, me encanta el teatro, aunque nunca había venido a éste. Realmente me he centrado muy poco en conocer lo que hay en ésta ciudad. -respondió Daniela mientras caminaba con emoción hacia donde estaba la entrada.
- Ya irás conociéndola, no te preocupes.
Ambas entraron al teatro, tomaron los asientos que correspondían y esperaron a que iniciara la función.
Al terminar la obra teatral ambas salieron:
- ¡Me encantó! -dijo Daniela con emoción.
Victoria rió tiernamente: - Que bueno que te haya gustado.
A algunos metros de distancia del teatro había un sitio de comida, la fachada era completamente negra, con grandes ventanales en los que podía verse el interior; al exterior habían varias mesas también, mesas y sillas ambas color doradas y cada una con una canasta al centro llena de flores artificiales amarillas.
- Vamos. -dijo Daniela tomando de la mano a Victoria.
Victoria caminó hacia donde le indicaba Daniela.

Continuará...

Amor imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora