Capítulo 33.

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Al despertar Daniela y Victoria siguieron con le rutina de siempre, desayunaron, se bañaron, y salieron de su casa para dirigirse al colegio.
Victoria al llegar hizo su registro de entrada, se dirigió hacia sala de maestros para organizar un poco sus cosas antes de ir a su primer clase.
Daniela al llegar se dirigió hacia su salón como siempre y en el camino pasó a saludar a Victoria.
Al iniciar la primera hora pasaron varios minutos, sus compañeros estaban inquietos, aún no llegaba el profesor que daría clase, así que asumió que no habría clase, sacó su libreta de borradores y comenzó a organizar y redactar sus ensayos. Alelí trataba de hablar con Daniela pero Daniela le pidió que por favor la dejara concentrarse en lo que estaba haciendo, no fué grosera en ningún momento:
- No me haces caso, eres una grosera. -dijo Alelí haciendo pucheros.
- Es importante para mí terminar ésto, por favor comprende, en el receso hablamos. -respondió Daniela amablemente concentrada aún en su libreta.
Al terminar la primera clase Victoria notó a Daniela muy concentrada así que no buscó saludarla primero sino que solo a todo el salón, Daniela guardó su libreta y sacó los materiales para el módulo de Victoria.
Alelí estaba completamente molesta, sentía la necesidad de exigir ante Daniela una posición de control, intimidación y de recibir absolutamente todo lo que pedía.
Daniela puso atención a la clase, al terminar la segunda hora siempre se hacía un poco de desorden porque algunos salían a tomar un ligero descanso cuando había extensión de clase a dos horas. Daniela salió al baño, al regresar notó que su mochila estaba cerrada en la posición contraria a la que siempre la dejaba. No le tomó demasiada importancia, volteó los cierres y continuó poniendo atención a clase, Daniela le quiso mostrar su borrador del ensayo a Victoria, buscó en su mochila la libreta de borradores, no la encontró en donde la había puesto pero volvió a buscarla en la segunda bolsa, tampoco estaba y la buscó en la última bolsa de almacenamiento, tampoco estaba, Daniela sintió cómo la frustración se adueñaba por completo de su cuerpo, haciéndola perderse de la realidad, vació absolutamente toda su mochila y la libreta no estaba. Victoria pudo notar las acciones y emociones de Daniela, se sintió preocupada pero no podía hacer nada para acercarse a ella, pensó que había perdido el celular y eso era lo que buscaba pero cuando vió muy preocupada a Daniela supo que se trataba de algo verdaderamente importante para ella. Daniela se resignó, guardó sus cosas y se sintió completamente mal, trató de calmarse mientras realizaba la actividad que estaba haciendo, al terminarla se dirigió hacia Victoria para calificarse, Victoria con la mirada buscó que Daniela le contara lo que estaba pasando:
- Perdí mi libreta de borradores de los ensayos. -dijo Daniela casi susurrando, con la carita pálida.
Victoria se sintió mal por lo que estaba pasando:
- ¿En qué te puedo ayudar? -preguntó Victoria, con voz baja.
- En nada, creo que en nada. -respondió Daniela con resignación.
- Sí puedo ayudarte... A hacerlos nuevamente. -respondió Victoria con una sonrisa sincera.
Siguieron hablando en voz baja, intentando aparentar que hablaban de la actividad.
Daniela agradeció a Victoria que le haya calificado y que se ofreciera a ayudarle, pero seguía frustrada, al dirigirse a su lugar continuó pensando si lo pudo haber tirado, le preguntó a Alelí y a algunos de sus compañeros que estaban cerca de ella si lo habían visto, pero todos negaron haber visto dicha libreta, Daniela tenía una presión en el pecho y tenía ganas de llorar, Victoria de reojo observaba a Daniela y podía sentirse mal tan solo por verla así y más aún porque no podía ayudarla ni acercarse a motivarla. Victoria continuó con la clase y al final de la misma, antes de que sonara el timbre para salir al receso Vitoria dejó salir a todos, en el salón permanecieron algunos compañeros de Daniela, Alelí y la misma Daniela, Victoria estaba al pendiente de Daniela y Alelí, con discreción.
Alelí se rió mientras miraba a Daniela, Daniela se quedó extrañada. Alelí sacó de su mochila la libreta de Daniela, Daniela lo primero que sintió fué alivio y con la imparable risa que tenía Alelí sintió enojo:
- Dijiste que no la tenías y ni siquiera la habías visto. -dijo Daniela serenamente, mientras tomaba la libreta.
Victoria observaba y estaba muy atenta a cualquier movimiento y palabras entre ellas, el salón ya estaba completamente vacío, solo estaban Alelí, Daniela y Victoria.
- Solo fué una broma, ya tienes tu libreta. -dijo Alelí mientras seguía burlándose.
- No sé qué le ves de gracioso, me viste preocupada por encontrar mi libreta y aún así negaste verla o tenerla. -respondió Daniela intentando mantener la calma en sus palabras sin subir el tono de voz.
- Ay, ya, ¿una broma no eres capaz de soportar? -preguntó Alelí continuando con sus risas de burla.
- No me gustan ese tipo de bromitas. -respondió Daniela fríamente mientras guardaba la libreta en su mochila.
- Pues te vas a tener que acostumbrar a ellas. -dijo Alelí con firmeza.
- ¡Que sea la primera y última vez que me haces ésto! -dijo Daniela con firmeza y casi gritando, posicionándose ante Alelí con la seguridad suficiente de que sería capaz de todo con tal de no permitirlo una segunda vez. - Y nuestra amistad se acabó, yo no soy amiga de personas como tú. -añadió Daniela con la voz calmada pero demostrando firmeza, mientras tomaba su mochila y salía del salón.
Alelí se quedó callada, tomó su cartera y su celular y salió del salón.
Victoria se sintió emocionada por ver a Daniela siendo firme, y siendo una mujer capaz de poner límites. Quería ir y abrazar y besar a Daniela, pero sabía que tenía que darle espacio para que pudiera liberarse de todas las emociones que tuvo, además era algo que no podía hacer amenos que estuvieran fuera del Colegio.
Daniela se dirigió hacia el baño, estaba tan enojada que no sabía qué hacer, abrió la llave de agua y mojó su rostro con el agua fría, pensó que así se calmaría un poco y así fué. Luego de un rato se dirigió hacia el área de comedores para comprar algo para almorzar y se dirigió hacia el salón de clases, estaba tan molesta que ni siquiera quería percibir ruido alguno. Al abrir la puerta y entrar al salón se dió cuenta de que ahí seguía Victoria:
- Hola, amor ¿cómo sigues? -preguntó Victoria con mucha delicadeza.
- Hola, preciosa. Ya estoy un poco mejor, lamento que hayas tenido que presenciar mis momentos de enojo. -respondió Daniela, cabizbaja.
Victoria se acercó a Daniela, la colocó justo detrás de la puerta y se animó a darle un beso de piquito muy delicado y amoroso a Daniela. Inmediatamente se apartaron y regresaron a sus lugares, no era una lugar seguro como para poder demostrarse amor. Antes de que sonara el timbre para regresar a clases Victoria tomó sus cosas, al salón comenzaron a entrar algunos alumnos y al salir del salón se despidió de Daniela:
- Adiós, Dani. -dijo Victoria mientras le decía ‘adiós’ a Daniela con las manos.
- Adiós. -respondió Daniela también con señas.
Alelí no volteó ni le habló para nada a Daniela durante las siguientes clases.
Al finalizar el horario de clases Daniela se dirigió hacia el estacionamiento donde siempre se encontraba con Victoria, ya estando dentro del automóvil Victoria recibió con besos cortos, delicados y apasionados a Daniela, Daniela se apartó un poco para poder hablar:
- Cielo, si así me vas a consentir cada que me enoje quiero enojarme a cada rato.
- Por mí estaría bien, me gusta comerme a besos a ésta mujer preciosa. -dijo Victoria volviendo a besar a Daniela.
Luego de varios besos, Victoria se interrumpió cortando de tajo los besos delicados y apasionados:
- Suficiente, porque luego no puedo contenerme.
- Pues no tiene porqué contenerse, Victoria... -dijo Daniela coqueteado con una sonrisa pícara.
Victoria sonrió pícara y condujo hasta el hogar de Daniela para dejarla y dirigirse a su casa.
Ninguna de las dos tuvo tiempo para las clases de manejo, Daniela tenía ensayos qué realizar y Victoria tenía calificaciones por subir al sistema.
Se mandaron mensajes e incluso hicieron una vídeo llamada mientras hacían sus deberes del Colegio.
Ambas se sentían en la cima máxima de felicidad, Nancy era hasta hora la única que se dió cuenta de su relación y no representaba una amenaza.

Amor imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora