Una despedida de soltero en Las Vegas se sale de control, una borrachera termina en una habitación de hotel sin recordar nada.
Exactamente eso le sucedió a nuestros pequeños personajes, un famoso cantante y un millonario; despiertan sin recordar el...
El calor de sus labios besándose con los míos me hace delirar y no me deja más opción que inmiscuirme en ese mundo que hay dentro de su boca. Sin dejar de explorar su boca con mi lengua levanto un poco la sabana que apenas nos cubre y lo invitó a posicionarse mejor, tomándolo por la cintura. Poco a poco voy sintiendo como el peso de su ligero cuerpo está completamente sobre el mío y aquí estoy yo muriéndome de deseo por él y con un gran problema en mis pantalones.
Sus dedos rozando mi torso, su lengua jugando con la mía, y cada sensación de sus curvas sobre mí son una mezcla mortal; una que me está haciendo perder ese control que prometí tenerle. Mis manos haciendo un recorrido acariciando lentamente su espalda hasta llegar al final del SPORT de seda y en un acto instintivo van colándose por debajo de esta fina tela. Su piel ... es que simplemente me encanta... es tan suave...
Mis labios dejan un instante su boca, para besar su cuello, sus hombros ... puedo escuchar su respiración agitada en mi oído y ya con eso puede sentir este fuego que me va consumiendo por dentro; lo necesito, lo quiero... ya basta de fingir; me he enamorado de él.
Mientras que mis dedos van rosando su espalda; la tela de la camiseta va subiéndose, hasta que me atreví a quitársela dejándole expuesto ante mí. Sin soltarlo hago que giremos sobre el colchón hasta que mi cuerpo queda sobre el suyo. Tomo sus manos para llevarlas por encima de su cabeza y después de mirar esos ojos grises que tanto me gustan vuelvo a besarlo. Una de mis manos suelta la suya y comienza a recorrer su perfecta y desquiciante figura. Literalmente no doy más... he perdido todo el control sobre mi cuerpo, sobre mi mente...
— Jungkook... murmura con su respiración errática, haciéndome reaccionar ya que su tono es de súplica.
No sé cómo lo hago, pero en solo escuchar su voz y la manera que ha dicho mi nombre lo que hace reaccionar.
Dejo de besarlo un instante y lo vuelvo a mirar — ¿Me detengo? Pregunto casi como si fuera mi condena.
Una lágrima rueda por su mejilla y me alarma — No puedo. Dice y la angustia que hay en su voz se transmite a mi persona. — Perdóname por favor. Dice y más lágrimas salen de sus ojos.
Me angustia verlo así, no puedo ...— perdóname tu a mí por favor. Le pido y me levanto de encima de su cuerpo.
Me siento en la cama intentando recuperar la respiración y la normalidad de mi cuerpo ya que cada uno de mi sentido ha respondido al deseo que ha invadido mi ser y me quedo mirándolo con vergüenza.
El imita mi posición, mientras lo hace se coloca nuevamente su camiseta. — Kook... dice con culpa
— No pasa nada Jimin, no ha sido tu culpa. Le digo de la manera más honesta que puedo
— No es eso...
— ¿Y qué es? De verdad, no necesitas decirme nada. Tú y yo teníamos un trato y fui yo el que lo ha roto, el que falló... El único que tiene que pedirte disculpas soy yo. Explico cómo puedo y ni siquiera puedo mirarlo a los ojos. Lo único que puedo hacer es agachar mi mirada.
— Mírame. Dice levantando mi rostro con su mano en mi barbilla.
— Te miro. Respondo con una tímida y avergonzada sonrisa. Lo veo y lo que veo es a un Omega que de alguna extraña manera ha aparecido en mi vida enloqueciéndola, transformándola y haciendo que todo cobrar un sentido diferente. Lo veo y me doy cuenta que me encanta y que no sé cómo rayos pasos, pero me enamoro en cuestión de poco tiempo. Sigo observándola en este silencio que se ha generado en esta habitación y me percató que quisiera que lo nuestro tomara un rumbo diferente, pero no estoy seguro de que él quiera lo mismo. Si mirada es un mar de dudas, de tenores, inseguridades, y yo no tengo idea de que hacer para cambiar eso, para hacer que se enamore de mí, para que no me rechace nuevamente.
El suspira una... dos veces... una tercera... — Kook, yo también quería, pero no puedo; es más fuerte que yo. Dice y se echa a llorar cubriendo su rostro con sus pequeñas manos.
¿El quería? Me acaba de confesar que también quería hacer el amor conmigo. Está llorando de angustia y yo aquí como un imbécil sin poder reaccionar a causa de sus palabras.
Después de lo que a mí me parece una eternidad, finalmente reaccionó y me siento a su lado para poder abrazarlo.
— Jimin, por favor no llores, no puedo verte así. Digo sin soltarlo.
— No puedo ¡Quiero ser un Omega normal, pero cada vez que creo que podré salir adelante esos malditos recuerdos vuelven a mi mente! Exclama.
— Tranquilo... por favor, no quiero que te pongas así por lo sucedido. Yo no quiero que sientas que esto es algo que deba suceder si o si... Además, tú y yo teníamos un trato y yo falle
— No, Jungkook, tu no fallaste, yo te deje que fallaras porque quería que lo intentáramos, pero no puedo.
— ¿Qué lo intentáramos? Pregunto con una confusión que creí que hará que se me parta la cabeza en dos.
El levanta su mirada clavándola en mí.
— Kook, me encantas, por eso quería que lo intentáramos me dice haciendo que yo me quedé con mi corazón latiendo a mil por hora.
— Tú también me encantas Minie. Respondo acariciando su rostro.— Pero, no quiero que te obligues a estar conmigo.
— No me estoy obligando Jungkook, realmente quiero. Dice muy seguro
— ¿Tú me estás queriendo decir que ...?
Es que no puedo ni terminar la pregunta...
— Estoy queriendo decir que no se... quizás esto pueda funcionar...
— ¿Ser un matrimonio de verdad? Pregunto totalmente atónito.
— Puede ser... ¿Tú que dices?
— ¿Yo que digo? Digo que ... me encantaría que lo intentáramos, no tenemos nada que perder. Digo con una amplia sonrisa.
— Lo único es que no se si algún día pueda...
— Shhh ... Lo interrumpo colocando mi dedo índice sobre sus labios.- No hay prisa., No hay obligación, déjame enamorarte. Le pido.
Sus brazos se cuelgan por encima de mis hombros a la vez que me regala una sonrisa dejando ver qué la angustia ha quedado a un lado.
— Te dejo, pero no me lastimes por favor. Me dice suplicante.
— No lo haré. Le aseguro y lo beso sellando esta oportunidad que nos estamos dando, la cual cuesta tanto asimilar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.