Una despedida de soltero en Las Vegas se sale de control, una borrachera termina en una habitación de hotel sin recordar nada.
Exactamente eso le sucedió a nuestros pequeños personajes, un famoso cantante y un millonario; despiertan sin recordar el...
Recorrer su cuerpo con las yemas de mis dedos se había vuelto mi adicción y es justo lo que estoy haciendo este momento, disfrutar que en cada toque me da más acceso a su cuerpo. Mientras mantenemos un beso apasionado, tomando el control total de él, lo tomo de sus nalgas y lo pongo sobre mí, mientras beso su cuello a sus tetillas, tomo una de ella en mi boca, humedeciendo su tetilla izquierda, luego el derecho, las cuales muerdo y chupo hasta dejarlas duras y un tanto rojas, Jimin arquea su espalda y mete sus manos en mi cabello, alentándome a seguir a besarlo más fuerte y devorarlo a mi antojo.
— J-jungkook... te necesito dentro ya.
— Dirijo mi miembro en su entrada y empezó a penetrarlo, con pequeños movimientos de arriba hacia abajo, metía y sacaba mi miembro de su interior, el ritmo es lento al principio haciendo que Jimin empezara a gemir y mover sus caderas buscando que las estocadas fueran más rápidas.
— ¡Ah!!! ¡Ah! ¡M-más! ¡M-más rápido!
— ¿Quieres que lo haga más rápido, cariño? Le susurro en su oído. Empezando a mover las caderas rápido y fuerte, tocando su punto dulce haciéndolo llevar al cielo, apretando sus muslos dejando marcas de mis dedos en la suave piel blanca – te amo tanto Jimin,
— ¡Ah-ahhh! Ngg te amo igual Jungkook. me clava sus uñas en mi espalda señal que está cerca de su climax, empezando a gemir fuerte y la sensación de que su orgasmo está a punto de llegar, lo embisto más profundamente y libero mi semen dentro de él, haciendo que ponga los ojos en blanco alcanzando su propio clímax y sintiendo el calor de él llenándome de su esencia en mi abdomen, cae sobre mi pecho, débil después de nuestra dura relación sexual.
— Estas absolutamente loco, pero me encanta que lo estes- le digo al oído aun agitado por nuestra calurosa reconciliación.
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Él ríe y se aferra a mí a un sentados sobre la silla. – Tú me haces ser así.- me susurra.
— ¿así como? ¿Sexy o loco? – Le pregunto mientras mis dedos van recorriendo su espalda.
— Esa mirada gris se clava en la mía como explicándome todo. - La manera en que me miras me hace sentir el omega mas sexy de este mundo. Amo enloquecerte, amo poder sorprenderte, te amo a ti todo, todito... con ese lunar bajo tus labios, con tu preciosa sonrisa, con estos ojos que me encantan... suspira... con estos rizos. – Dice enredando sus dedos en mi cabello. – amo cada línea de tu cuerpo tallada por los dioses... me traes loco. – dice de manera exagerada y me besa.
— Así como él dice que yo le hago sentir el hombre más sexy del mundo, debo decir que el provoca lo mismo en mí. Cada vez que me besa, que me mira, que me toca; es como si lo hiciera apreciando cada detalle de mí, tal como yo aprecio cada detalle de él. – Eres él más hermoso y dulce. - comento y beso su cuello.
— Creí que era insoportable. - comenta riéndose
— Eso también...- Respondo y ambos reímos en medio de esta locura. Sin que se lo espere, me pongo de pie y hago que enrede sus piernas en mí. Se que piensa que lo llevare a la habitación; lo veo en su sonrisa, pero no. Hago unos pocos pasos y salto a la piscina con él y su- ¡Jungkook!.- En mi oído.