Una semana que se convirtió en dos; dos, que se convirtieron en tres. Los días han pasado de reunión en reunión después de haber terminado de grabar. Se supone que no tendría que haberme demorado tanto, pero los últimos retoques del disco, las sesiones de fotos, y el congeniar la agenda ha hecho que todo se demorara más de lo debido.
Este vuelo se me ha hecho eterno; no puedo esperar a verlo, a abrazarlo, a besarlo... Me ha hecho tanta falta... Me ha tenido demasiada paciencia cada vez que le decía que aún no podía regresar; en vez de reprocharme, exigirme, o pedirme que me diera prisa; el solo me decía que hiciera lo que debía hacer para lanzar el mejor disco de mi carrera. Ha sido mi apoyo en cada día y ame leer sus comentarios en cada una de las fotos que he subido a las redes sociales; siempre me saco una sonrisa.
Busco mis maletas en el área de equipaje y a lo lejos veo a Yeyon que me está esperando. Camino hacia él y al acercarme estrecho su mano.
—¿Cómo estas Yeyon?
—Muy bien señor, ¿y usted? Pregunta de manera amable.
—Feliz de estar de regreso, ¿mi esposo sabe que llegaba hoy? Le pregunto.
—No señor, Rosse nos pidió que guardáramos el secreto tal como usted lo ha pedido.
—Gracias, es que de verdad quiero sorprenderlo.
—Le va a gustar mucho la sorpresa. Ha estado un poco triste por lo de su padre, pero creo que usted podrá cambiarle el ánimo. Me dice amablemente.
—Me imagino, ¿usted me haría un favor? Le pregunto mientras salimos hacia el parking.
—Si, dígame.
—¿Podemos parar por una florería? Pregunto sonriente.
—¡Claro que sí! Responde con una gran sonrisa.
[...]
Después de haber conseguido un enorme ramo de rosas rojas, llegamos a la casa y mientras que Yeyon baja la maleta del auto, ya que no me dejo hacerlo a mí; entro a la casa para buscar a mi bellísimo esposo. Al llegar al segundo piso, me encuentro con Rosse quien al verme con las rosas me sonríe.
—Joven, el Joven Jimin está en el gimnasio. Me dice.
—¿A esta hora? Pregunto confundido al ver que son más de las nueve de la noche.
—Si, ha estado haciendo eso la última semana. Me explica igual que confundida que yo.
—Vale, gracias. Le digo y bajo para ir al gimnasio.
Al acercarme a la puerta puedo escuchar la música a todo volumen; no sé qué ha sucedió con el hombre que no escuchaba música porque ahora está sonando "Sigo Extrañándote" de J Balvin.
Abro la puerta de la manera menos ruidosa posible y me quedo mirándolo mientras hace zancadillas y levanta pequeñas pesas a la vez. Me quedo debajo del marco de la puerta y no puedo entender cómo es que puede verse tan sexy con ese pantalón corto color negro deportivo que hace juego con el sport deportivo que lleva puesto. Está totalmente concentrado en su sesión de zancadilla cuando de repente mira hacia la puerta y me ve.
—¡Amor! Grita emocionado y deja caer las pesas al suelo para echarse a correr hacia mí.
—¡Hola! Digo entre risas al ver su reacción y sin darme la opción de nada se cuelga de mí enredando sus piernas en mi cintura.
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𝓒𝓪𝓼𝓪𝓭𝓸𝓼 𝓹𝓸𝓻 𝓪𝓬𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓽𝓮
RandomUna despedida de soltero en Las Vegas se sale de control, una borrachera termina en una habitación de hotel sin recordar nada. Exactamente eso le sucedió a nuestros pequeños personajes, un famoso cantante y un millonario; despiertan sin recordar el...
