Una despedida de soltero en Las Vegas se sale de control, una borrachera termina en una habitación de hotel sin recordar nada.
Exactamente eso le sucedió a nuestros pequeños personajes, un famoso cantante y un millonario; despiertan sin recordar el...
Después de un día donde no ha parado de trabajar ultimando detalles y yo, bueno me he relajado por fin es hora de la fiesta de inauguración del hotel. Termino de acomodar el moño de mi esmoquin y luego me coloco la chaqueta del traje; me miró una última vez al espejo, y estoy listo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Si te hubiese visto así desde el principio no hubiese tardado nada en querer intentarlo contigo. Me dice sorprendiéndome
Me doy vuelta para mirarlo y tengo la sensación de que mi mandíbula ha caído al piso; dios!! Que alguien la recoja por favor, porque ya no puedo reaccionar. Tiene un pantalón negro entallado a su cuerpo, que moldea perfectamente su figura, una camisa de seda blanca, descubierta totalmente de atrás con hilos de pedrería dejando ver totalmente la espaldas y su tatuaje de la fase lunar, con que será la perdición de muchos incluyéndome, su cabello bien peinado que le dé un aire más hermoso.— Dios... es que Jimin... no sé ni que decirte... te ves...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Te gusta? Me interrumpe y da una vuelta para que pueda apreciar todos los ángulos de su persona.
— Tendría que estar loco para que no me guste; te vez desquiciadamente hermoso. Si no estuviéramos casados, probablemente te propondría casamiento. Digo entre risas.
— ¿Te volverías a casar conmigo a pesar de que soy insoportable? Me pregunta acercándose a mí de manera muy pero muy peligrosa.
— Lo que tú me pidieras lo haría si te me acercas vestido así, siendo un desconocido. Le confieso.
— Es una lástima que me conozcas entonces. Me dice de manera muy picara.
— ¿Qué me pedirías? Pregunto con gran curiosidad dando dos pasos hacia el para acortar la distancia entre los dos.
— Déjame y lo pienso. Dice dando otro paso hacia mí.
— Me encantas... le vuelvo a decir cómo hoy en la mañana y atraigo su cuerpo al mío, tomándolo por la cintura. — Seré la envidia de todos está noche. Le susurro al oído.
— Y tus fans me odiaran. Dice de manera divertida mientras que una de sus manos juega con mi cabello.