Abro mis ojos lentamente y creo que he dormido demasiado porque estoy como nuevo; o quizá fue la noche de anoche entre sus brazos el que ha hecho sentirme tan bien. Lo observo aun descansando dándome la espalda y sonrió al pensar en lo que ha sucedido entre los dos. Este amanecer me recuerda a nuestro primer amanecer juntos; aquél dónde comenzó todo está locura, pero la única diferencia es que hoy recuerdo absolutamente todo lo que sucedió entre los dos anoche. Me pierdo mirando su espalda y me percató que tiene un lunar cerca de su espina dorsal a la altura de su pequeña cintura e inevitablemente llevo mis dedos hacia allí ¿Cómo es que no me percate de esto anoche? Lo he recorrido completo, pero este detalle no lo noté.
Es tan hermoso, tan único, y a pesar de que por momentos tiene un genio de los mil demonios; por el otro lado es dulce y hasta angelical. Tan contradictorio... Tan especial... tan él... Definitivamente me he enamorado hasta los huesos en un tiempo récord, pero a pesar del miedo que me da este sentimiento; no estoy dispuesto a guardarme nada. Estoy dispuesto a ganarme cada uno de los latidos de su corazón, cada uno de sus suspiros, cada una de sus caricias, de sus besos... quiero ganarme todo de el para que se quede a mi lado siempre. Quiero que no exista ningún centímetro de su piel impregnado de mi aroma, que mi nombre y mis besos queden grabados en él, que jamás dude de lo que siente por mí.
Lentamente él se da la vuelta y de esta manera quedamos frente a frente. Me lanza una sonrisa al verme y yo solo puedo responder con el mismo gesto como todo un idiota enamorado.
— Buenos días...
— Buenos días príncipe ¿Cómo has amanecido? ¿Estás bien? Pregunto llevando mi mano hacia su cabello para jugar un poco con él.
— Muy pero muy bien ¿Y tú? Pregunto acercándose a mí peligrosamente.
— Mejor que nunca. Respondo y una de mis manos baja hasta su cintura para atraerlo hacia mí.
— Kookieeee... Me dice con una media sonrisa cuando comienzo a besar sus hombros.
— ¿Qué? Le pregunto entre risas ya que creo que he dejado en claro mis intenciones.
— Muero de hambre.
— Yo también... Respondo, pero no me refiero a la comida.
— Jungkook de verdad... Necesito desayunar algo, me bajara la presión si no lo hago. Dice entre risas.
— Ordenemos que lo traigan a la habitación. Le propongo.
— Vale, déjame y llamo. Dice e intenta voltearse, pero lo detengo cuando intenta tomar el teléfono de la habitación.
— Permíteme... Digo colocando mi cuerpo sobre el de él y mi mano sobre la suya. — Deja que llame tu esposo. Le propongo con una media sonrisa.
— De acuerdo. Llama tu... Me responde apartando su mano del teléfono y llevándola hacia mi espalda .
Sin moverme de encima de él ordenó un desayuno continental para dos y el empleado al saber que es aquí donde queda una de los accionistas de los hoteles me deja saber que lo traerán en pocos minutos.
— Ya está. Le dejo saber al terminar la llamada.
— ¿Te quedarás encima de mí? Me pregunta entre risas.
— Bueno, si me das a elegir... sí. Respondí muy seguro y lo beso.
— Kook, siento decirte esto, pero pesas bastante. Me dice burlándose de mí.
— ¡¿Me estás llamando gordo?! Pregunto haciéndome el ofendido y el comienza a reírse de mi perfecta actuación.
— No diría gordo, pero creo que cada uno de tus músculos hacen que sean un tanto pesado...
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𝓒𝓪𝓼𝓪𝓭𝓸𝓼 𝓹𝓸𝓻 𝓪𝓬𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓽𝓮
RandomUna despedida de soltero en Las Vegas se sale de control, una borrachera termina en una habitación de hotel sin recordar nada. Exactamente eso le sucedió a nuestros pequeños personajes, un famoso cantante y un millonario; despiertan sin recordar el...