Una despedida de soltero en Las Vegas se sale de control, una borrachera termina en una habitación de hotel sin recordar nada.
Exactamente eso le sucedió a nuestros pequeños personajes, un famoso cantante y un millonario; despiertan sin recordar el...
Estoy muy concentrado ensayando las nuevas canciones con mi guitarra en la sala, cuando escucho la puerta de entrada abrirse. Volteo para mirar y allí está él con una enorme sonrisa en su rostro, supongo que ha encontrado el traje de novio.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¡Buenas noches mi guapo alfa! Dice con entusiasmo y camina hacia atrás del sofá para colar sus brazos por encima de mis hombros y así llenar de besos todo mi rostro.
— ¡Vaya, pero que feliz que estás! - digo entre risas y dejo que siga dejando las marcas de su labial por mi piel.
— Es que me han llamado de los ángeles, Rosse ya está bien, solo tiene que hacer reposo, dice feliz y vuelve a sorprenderme ya que no es solo por el traje que está así.
— Esas sí que son buenas noticias – comentó y sin que él se lo espere, dejo la guitarra a un lado, sujeto sus brazos fuertemente y tiro hasta que se ve obligado a treparse por el sofá para caer al otro lado donde yo estoy sentado.
— ¡Jungkook! – Me grita entre risas y finalmente cae de espaldas al sofá y acomoda su cabeza sobre mis piernas.
— Lo siento, tenía que hacerlo. Digo como niño pequeño y ambos reímos.
— ¿Qué hacías? – me pregunta observando la guitarra. - olvídate, fue una pregunta muy estúpida. Dice burlándose de él mismo.
— Gracias por evitar que lo diga yo. Replicó entre risas y él me da un leve golpe en el pecho
— ¡Malo! Ten piedad de mí, me he probado trajes todo el día.
— ¡Huy que sacrificio habrá sido para ti! Digo en broma y el me mira haciéndose el ofendido.
— Aunque no lo creas lo ha sido, recuerda mayormente compro ropa con personal shoppers y solo tengo que probar que quede bien. Dice y rio al notar que el pequeño divo en él ha vuelto a salir.
— ¡Sorry divo mio! Digo imitando su acento en inglés y me mira de mala manera.
— Definitivamente no te mereces el traje que elegí. Dice pretendiendo estar enojado y se cruza de brazos.
— No te enojes divo mío... yo te adoro así con tus exageraciones, con tus preguntas obvias, con tu acento americano... con todo lo que eres... le digo e inclino mi cuerpo para besarlo.
— Vas sumando punto. Dice entre risas y lleva sus manos a mi nuca para hacer que no me mueva y sigamos besándonos de esta manera tan espectacular que lo hacemos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Ya me perdonaste? Le pregunto entre beso y beso. El me mira haciéndose el que no está convencido y niega.
— Creo que me faltan como mil besos para aceptar que me llames divo.- Dice y entre risas vuelve sus labios a los míos.
— ¿Mil nada más? - Le pregunto como si eso no fuera nada y es que no lo es.
— Acepto pagos extras, pero después de cenar. - Propone y rio.
— ¿Acaso vas a cocinar tu? – Le pregunto sorprendido. -No estamos en Los Ángeles cariño; aquí somos solo tú y yo.- Le advierto tal como si fuera un reto y me mira de una manera que me deja saber que ha aceptado mi reto.
— Me gusta que seamos solo tú y yo... Dice pícaramente y se pone de pie. -Ya verás que no soy el muñequito ése que crees tú que soy y que no sabe cocinar. Prepárate. - Me advierte y sin darme chance de responder se va a la cocina.
No entiendo que va a hacer porque no debe ni haber comida en esta casa... Sin dudarlo me pongo de pie y voy a la cocina, esto no me lo pierdo por nada del mundo. Me paro en la entrada de la cocina y para mi sorpresa cuando abre la nevera veo que está llena de comida.
—¿De dónde salió todo eso? - Pregunto sorprendido y claramente él se divierte ver mi cara de tonto.
— Tu madre... ¿Cómo crees que hemos almorzado aquí ayer? Eres lento cariño. Dice entre risas y vaya que se está burlando de mí.
— ¡¿Señor Jeon?! pero como se atreve a burlarse de esa manera de su esposo!? Le exclamo haciéndome el enojado y me acerco a él mirándolo seriamente.
A cada paso que doy hacia él, él da uno hacia atrás hasta que choca con la pared.
— No te atrevas...- Me advierte al ver mis intenciones y sin darle tregua lo tomo de la cintura y comienzo a hacerle cosquillas.
— ¡Jungkook!- Me grita entre risas pero no me detengo si no todo lo contrario, lo agarro entre mis brazos, lo levanto en el aire y lo llevo hasta la encimera de la cocina para sentarlo allí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Esto te pasa por burlarte de mí,- Le digo con una maliciosa sonrisa, pero él comienza a reírse.
— ¿Qué me vas a hacer? - Pregunta expectante.
— Solo cosas buenas...- Comento a su oído de manera provocativa y con todas mis intenciones llevo una de mis manos hacia su pierna y comienzo a acariciarla mientras voy subiendo hasta llegar debajo de la camisa y tocar su tersa piel.
— Muy buenas...- Replica, mordiéndose los labios y sus manos van levantando mi camiseta.
Una vez que la camiseta vuela por el aire nuestras bocas se unen para besarnos con todo este amor que sentimos y que junto al deseo crean una mezcla explosiva en esta cocina...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.