꧁༺ ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 49- 𝔐𝔦 𝔐𝔢𝔧𝔬𝔯 𝔈𝔯𝔯𝔬𝔯༻꧂

720 85 1
                                        


Ambos bailando bajo la luz de la luna; la única testigo de este momento entre los dos. Sus manos acariciando mi espalda a la altura de mis hombros y las mías aferradas a su cintura tal como si el fuera mi balsa y yo un náufrago que busca sobrevivir. Son tantas las cosas que me hace sentir que no sabría describirlas, pero el miedo a ese adiós temporal me acobarda y no quiero que eso me suceda.

—Te amo Jimin. Le susurró al oído mientras nos movemos.

—Y yo a ti Jungkook. Responde mientras sigue rozando mi espalda.

—¿Te puedo preguntar algo? Digo tímidamente.

—¿Me preguntas si me quiero volver a casar contigo y me preguntas si puedes hacer una pregunta? Dice de manera sarcástica robándome una sonrisa.

— Tomare eso como un sí. ¿Era el anillo que esperabas? Pregunto finalmente y al parecer mi pregunta le ha causado gracia ya que se ríe.

—Es el anillo más hermoso del mundo porque me lo has dado tú.

Sabe cómo hacerme sentir bien, pero no me ha respondido.

—Cariño, me refiero a los quilates...

—¿Crees que me preocupa los quilates que tiene el anillo? Me pregunta sin dejar de moverse junto a mí.

—Creí que sí.

El deja de moverse y se separa de mi tan solo un paso para mirarme a los ojos.

—Kook, en mi mano he tenido el anillo más grande y exagerado que te puedas imaginar, pero ¿para qué me sirvió? Para que mi prometido me engañara...Mira el lugar donde he vivido toda mi vida; es inmenso, pero nunca fui feliz. Incluso mi padre teniéndolo todo, lo que menos supo darme es su apoyo. Este anillo es perfecto. Dice mirando su mano. —Es como nosotros, es delicado, preciso, y brilla tanto que a miles de kilómetros se ve. Me explica.

—¿Tú dices que nuestro amor brilla a kilómetros? Pregunto sonriente.

—Así es... no importa que es lo que suceda; me doy cuenta de que no estamos dispuestos a renunciar a esto. Tu no me dejas hacerlo y yo no quiero que tú me dejes hacerlo. Me dice acariciando mi rostro y me pierdo en este mar de sensaciones.

—Jimin, te amo con todo lo que soy. Le digo y lo beso con todo este sentimiento que me invade.
Su boca le da la bienvenida a la mía con alegría y entusiasmo. Nuestras lenguas se encuentran en una fiesta que alimentan nuestros sentidos y puedo sentir como sus manos se van colando por debajo de mi sacomonos a nuestra habitación. Propone en una pausa.

—Por favor. Digo sonriente y sin más preámbulos entramos a la casa y nos dirigimos hacia nuestra habitación.

—Kookie, eres mi aire vital. Me dice con su mirada fija en la mía mientras cierro la puerta y se acerca a mí para comenzar a besarme de una manera que hace que delire.

—Y tú el mío. Le digo mientras que nos tenemos que separar para que pueda quitar mi saco. Poco a poco nuestras prendas van desapareciendo mientras que caminamos hacia la cama y al llegar el se tumba con la clara intención de dejar que recorra la geografía de su cuerpo a mi antojo.

No sé cuánto tiempo vayamos a estar separados, lo único que sé es que quiero memorizarlo completamente y llevarme este recuerdo conmigo por los días que estamos lejos.

—Kook, hazme tuyo como nunca lo has hecho antes... Me pide de manera incoherente.

—Lo que tú me pidas cariño...

¿Puede ser más provocativo?

—Déjame tu nombre grabado en mí. Me pide.

Si, puede serlo. Responde mi lobo.

𝓒𝓪𝓼𝓪𝓭𝓸𝓼 𝓹𝓸𝓻 𝓪𝓬𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓽𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora