Adeline
⸺Sé que apenas nos conocemos⸺ comenzó sin mirar a un punto en específico.⸺ Y sé que no debo conocer todo sobre ti, pero quiero hacerlo. Quiero entender cada pensamiento que cruza tu mente, saber qué pone una sonrisa en tu rostro y qué la oculta. Conocer cada recuerdo tuyo, sea bueno o malo, y si me lo permites⸺ por fin me miró con calidez.⸺ Llegar a formar parte de ellos.
⸺Señorita. ⸺Alcé la mirada para encontrarme con la azafata. ⸺Estamos por aterrizar, por favor enderece el respaldo.
Asentí antes de guardar el libro y colocar mi mochila debajo del asiento para poder hacer lo que me pedía.
Durante las once horas y 53 minutos que duró el vuelo, había logrado distraerme lo suficiente como para no pensar en lo lejos que estaría de casa los siguientes meses. Había dormido, bastante si era totalmente sincera, además de leer, escuchar música y ver una de las películas que tenían en la pantalla. Pero ahora que podía sentir cómo el avión disminuía su altura, volvieron a entrarme los nervios. En unos minutos me encontraría sola al otro lado del mundo.
Esta había sido mi decisión. Sí. Pero eso no significaba que no me asustara un poco. Estaba entrando a un mundo desconocido, algo que siempre suele asustar.
Al bajar del avión, me dirigí por mis maletas para después ir a hacer las largas filas para cruzar migración. Otra cosa que me ponía de los nervios. No es como que tuviera la intención de quedarme de ilegal o que transportara drogas o algo parecido. Pero con la mirada de los oficiales puesta en mí, sentía como si tuviera algo que ocultar.
Para mi suerte, el proceso fue bastante ágil, así que pronto estuve fuera del aeropuerto para dirigirme a donde viviría el siguiente año. Otra cosa que me tenía preocupada, pues pasaría mis siguientes días viviendo en un departamento con otras dos personas. Si me hubieran preguntado, hubiera preferido vivir en las residencias del lugar, pero me había decidido por aceptar la beca para venir muy tarde. Y si bien para mí esta era una tragedia, para mi padre fue todo lo contrario, pues me dijo, y cito "será una gran oportunidad para que hagas nuevos amigos. Que va. Estás siendo obligada a hablar todos los días con otras dos personas." Y procedió a burlarse de mí.
El taxi me dejó frente a un portón, y detrás de este, podía ver un edificio de cuatro pisos cuyas puertas para entrar a los departamentos eran visibles, lo que tomaría en cuenta por si algún día sentía la necesidad de salir en pijama a tirar la basura o algo.
Llamé al timbre del número 11 y esperé.
⸺¿Diga?
⸺Hola⸺ saludé con la voz más aguda de lo que pretendía. ⸺Emm, soy Adeline. Adeline Jauregui. La chica que rentó la habitación.
⸺Ah, claro. ⸺No podía verla, pero algo en su voz me decía que sonreía, y se escuchaba ¿emocionada? No estoy segura, pero logró relajarme un poco. ⸺Ya bajo para ayudarte.
⸺No te preocupes, yo puedo...⸺Pero parecía ya se había ido.
Unos segundos después, apareció una chica de cabello corto y pintado de un azul bastante oscuro.
⸺Hola⸺ me sonrió. ⸺Soy Lyssandra, pero puedes llamarme Lys.
⸺Addie⸺ respondí devolviéndole el gesto.
⸺Venga, te ayudo con tus cosas.
Entre las dos subimos mis maletas hasta el tercer piso, aunque tuvimos que dar dos vueltas, pues había viajado con equipaje pesado.
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Puntos suspensivos
Romance¿Te dejarías amar aún sabiendo que va a terminar? Adeline tenía un plan. Había aceptado una beca para irse de intercambio y así aumentar sus posibilidades de conseguir su trabajo soñado. Sabía lo que tenía que hacer y nada iba a distraerla. Ni siqu...