5. El berserker desquiciado

108 12 38
                                    

Capítulo 5: El Berserker Desquiciado.

"Los jefes barbaros somos eso (...) sin corazón, asesinos, chupadores de sangre,
Mercaderes de esclavos.
Más VIOLENTOS y CRUELES
que nunca
TÚ, Estoico, te has vuelto BLANDO".

Cómo ser un pirata. –Cressida Cowell

.

.

.

Fueron días y noches pesados para el jefe. No era sencillo lidiar con la idea de que el amor de su vida estaba por morir. Repasó durante varias noches en vela quién pudo haber tratado de dañar a su esposa, pero buscó entre todos los sirvientes de la fortaleza y ninguno vio lo ocurrido, mucho menos Valka.

Sin embargo, la vida mostró gracia ante el jefe vikingo porque una semana después la fiebre comenzó a calmarse y a sanar la herida causada por el arma. Lo que no pudo recuperarse fue el vientre de Valka, estaba vacío ahora, y no podría volver a embarazarse.

Fue duro para los jefes, pero se consolaban mutuamente al saber que tenían un hijo y que Valka ya había dado a Berk un heredero, por eso mismo, ella trataba de protegerlo lo mejor que fuera posible.

Después de esos días de angustia y dolor, todo continuó con un leve consuelo, pero no duró mucho, ya que la isla de Berk fue atacada, pero al tener dragones obtuvieron una ventaja, sin embargo no fue la misma suerte para el resto de las islas del archipiélago, durante los siguientes siete años todo Luk Tuk fue mermado y acabaron con las islas, empezaron con las "pequeñas" hasta que atacaron Berserk.

.

.

.

Los ataques se había propagado por todas las islas.

Años atrás se había iniciado con los Bog burglars, sólo unas treinta personas salieron vivas de tan terribles hechos, pero conforme pasaba el tiempo, las esperanzas de supervivencia para muchas islas pequeñas en Luk Tuk eran casi inexistentes.

Lo peor llegó cuando atacaron Berserk. Una de las potencias más fuertes y con mejores armadas de todo el archipiélago resultó gravemente afectada. Tan afectada que el ataque degradó las esperanzas de la tribu, pues cayeron los jefes y los sangrientos ataques dejaron como resultado una isla fantasma. Por suerte se salvaron sus príncipes, el heredero Dagur y la pequeña Heather, quienes fueron resguardados en Berk al haber tenido pactos y alianzas con Bog Burglar, sin embargo, como los Burglars tampoco existían como tribu, pasaron a ser hooligans de Berk.

No hubo problema con Heather, ella rápidamente quedó al resguardo de Bertha, quien la cuidó como hija, además que le enseñó el arte de la guerra y por obviedad se convirtió en una gran amiga para Astrid e Hiccup, sin contar a Snotlout, quien estaba feliz de tener a dos "mujeres" con las cuales elegir para casarse algún día, aunque en ese entonces sólo tuvieran 10 años.

Lamentablemente, Dagur, el heredero principal, no tenía un corazón tan dispuesto como el de Heather. Pues no simpatizó con los hooligans y menos con el heredero al trono. Él quería su tierra, quería su isla, quería su armada, quería el poder... y lo tendría allí, aunque fuere en otra isla.

.

.

Varios años habían pasado desde que las batallas cobraron dolor, fue una época dura para el archipiélago, no se identificaba quién era el causante de tanta desgracia, pero por suerte, Berk estaba más que preparado para recibirlos, si es que se atrevían a volver.

Hiccup ya no era un niño. Era un adolescente de catorce años, deseoso de ver el mundo y con gran habilidad para diseñar objetos que hacían más fácil la vida de los dragones y vikingos. Con catorce años tenía un mundo de posibilidades, pero también demasiada limitación, pues al ser heredero, pese a su voluntad, debía cumplir con muchas responsabilidades y aprender a ser jefe, cosa que no era muy de su agrado. Pese a su agenda ocupada, siempre se daba sus escapadas con sus amigos, justo como en ese momento en el que hacían piruetas por el aire y disfrutaban de una libertad efímera que sólo aparecía por los atardeceres.

El jefe vikingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora