El jefe vikingo

15. El ejercito de los pollitos

Capítulo 15: El ejercito de los pollitos

"La gallina no está asombrada"

Dragones: Carrera al Borde. –Dreamworks

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Tenían un año viviendo allí.

Thorthonton era un lugar maravilloso.

Buen clima, linda vegetación, amigos gallinescos muy buenos y lo mejor de todo es que no había cazadores por el derredor. La verdad es que su nueva vida lejos de los cazadores era muy buena. Era utópica.

Todo eso cambió cuando los gemelos encontraron a Hiccup, o mejor dicho cuando Hiccup y Toothless encallaron en la isla, transformando sus vidas nuevamente.

Los cambios eran parte de ellos. De niños en Berserk y por parte de Fishlegs como burglar tenían buenas vidas, pero eso cambió hasta que irrumpieron en sus hogares y terminaron por ser prisioneros; y más tarde aprendices  de cazadores de dragones, debido a que un líder de ellos, notó cierto potencial en ellos tres.

Y vaya que era verdad que sí lo tenían, sí había potencial... pero no para matar.

Con Hiccup perfeccionaron el entrenamiento, mejoraron su observación y por supuesto que incrementaron su conocimiento en dragones, técnica y demás aspectos de su Ikket forvit que definitivamente mejoraban su día a día.
Todo iba bien hasta que llegó esa rubia a la que en cuanto mostró su medallón entendieron que era su princesa.

Ese fue un punto de inflexión para que decidieran hacer algo diferente y ayudar a su amigo, o hijo adoptivo como Tuffnut le decía.

Así que en cuanto la rubia se dio la vuelta, tomaron la decisión de ayudar. Él los necesitaba, o quizá ellos necesitaban más de su sincero amistad del muchacho.

Así que volaron hasta Berk, incluso el gemelo llevó a la familia Chicky para que no se quedaran solos en la isla. Consideraban que la compañía sincera de un animal era más grande y de más peso que cualquier humano.
El camino a Berk fue en teoría rápido, ya que iban en sus dragones perfectamente veloces. Ver esa isla fue conmovedor, pues resultaba difícil entender -a lo que a grandes rasgos Astrid les explicó- era una isla próspera y feliz. Despertó en ellos un espíritu de lucha y justicia que creían desaparecido.
Las presentaciones iniciales fueron vanas ante la resistencia. No había tiempo de explicar nada, entendían a su amigo; lo único que podían hacer era obedecer.
Aunque ya habría tiempo de enterarse de los chismes berkianos, como el del tío con la mamá de Hiccup.

-¿Dónde está Drago? -preguntó Hiccup, furioso por saber su su madre estaba siendo amenazada y casi obligada a casarse.

-Él... está en la fortaleza. –titubeó Heather sin salir del asombro. -¿En serio eres tú?

El castaño se puso nervioso al sentir todas las miradas.

-Sí, Heather, soy Hiccup. Como ya les dije, explicaré todo en su momento. -apoyó con una sonrisa llena de confianza.

Snotlout tampoco salía de su asombro. -¿Qué vamos a hacer? Tal vez lo mejor será iniciar por esconderte, juntar gente, seguidores... que veas a tu mamá. Planear un plan de ataque.

-¿Y darle a Drago la oportunidad de que se entere? –arremetió Astrid, ella deseaba la venganza. –Vimos lo que ocurrió con los oponentes...

Todos suspiraron en ese espacio reducido. Aun les dolían las pérdidas de sus compatriotas.