El jefe vikingo

14. La reina madre. La madre de dragones

Capítulo 14: La reina madre.
La madre de dragones

"Deja de esperar que otras personas te salven.
TÚ eres el héroe.
Sálvate a ti mismo
(Si quieres otra respuesta, intenta preguntarle a otra mujer)

Con amor, tu madre... Valhallarama".

Cómo Pelear Contra la Furia de un Dragón. –Cressida Cowell

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La muerte de Stoick le rompió el corazón.

La muerte de Hiccup le quitaron las ganas de vivir.

No fue hasta mucho después que volvió a sonreír, y gracias a Astrid logró hacerlo, pero en todo ese tiempo, no dejó de doler ni por un segundo a pesar de recibir cierta resignación.

Habían pasado días desde que Astrid se había ido de Berk. Sabían que no era sencillo ocultar de los guardias la ausencia de Astrid, pero en un mutuo acuerdo lograron establecer los rondines de Eret para que no ocurriera nada que pusiera en peligro a la falsa princesa ni al traidor Eretson, mientras tanto los que habían quedado de la resistencia de Berk trataban con ahínco de salvar las vías posibles de esperanza, tal cual lo hacían ahora en el cuartel.

-Falleció. –musitó Valka tenuemente después cerrarle los ojos que habían quedado abiertos durante la noche anterior.

Snotlout se quitó el casco y lamentó el hecho. Le dolía perder a otro de su suyos.

-Es el treintavo en cinco días. No soportaremos el invierno. No si Drago se sigue necio a pedir auxilio a otras islas. –exclamó Heather, afectada mientras tapaba el cuerpo del anciano después de hacer una anotación en sus registros, donde especificó el nombre del ahora occiso. –Sólo espero que Astrid consiga ayuda y derroquemos a Drago.

Valka miró a su alrededor, muchos lloraban por las pérdidas de sus familiares y otros tantos, la debilidad que tenían.
Ella, como parte de la familia real, tenía aun poco de alimento sano y en buenas condiciones dentro del palacio, claro que ella lo compartía con la resistencia, sin embargo, una porción, o las porciones que algunos beneficiarios compartían no eran suficientes para más de cien personas.

Se mordió el labio y respiró hondo. No soportaba ver a su pueblo sufrir. Ella había sido la jefa y junto con Stoick prometió que debía velar por su gente, pero ya era tarde. Su gente no sólo sufría, sino que ya no tenía esperanza.

-Esto no puede seguir así. –espetó firmemente, alertando a Heather y al Jorgenson, pues tenían cualquier acto de locura. Se puso de pie y caminó hacia la salida del cuartel.

-Evacuaremos la isla. Iremos a otro lugar. Si Astrid no llega en la fecha establecida nos movilizaremos a otro pueblo. Drago no podrá contra todos.

Más de uno la escuchó, provocando que cualquier oyente pudiera ser capaz de albergar una diminuta esperanza respecto a su futuro.

Los seguidores se asombraron por la premura de la decisión.
-¿Cómo nos iremos? –preguntó Eret quien había aprovechado para ir a visitarlos a la guarida secreta en la cala.

Valka no había pensado en la complejidad de ese plan, hasta que recordó algo importante y relevante para el dato.

-Creo que tengo una idea.

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Astrid buscó a Hiccup por casi toda la isla, en los lugares qué frecuentaron la noche anterior y también los farallones cercanos, pero nada, así que decidió ir a las cabañas de los jinetes.
Los vio a todos en la sala común, al menos estaban juntos y bastantes dormidos, tenía prisa, así que apremió sus acciones.