VHAGAR Y OZAI

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- Quédate aquí – dijo Aemond en tono serio (se podía decir que los efectos de la cerveza habían desaparecido) y dio media vuelta corriendo fuera de la habitación.

Daena obviamente no hizo caso alguno, comenzó a quitarse el vestido a prisa se puso su traje de montar y salió corriendo de su habitación hacia el jardín de los dragones donde se reunían los comandantes en situaciones como estas.

Aemond ya estaba reunido con los comandantes, algunos nobles y el príncipe Reggio.

- No es seguro que estes aquí – dijo Aemond al ver llegar a la princesa. El príncipe ya tenia colgada su espada del cinturón, estaba listo para la batalla.

- Que bueno que ya llego, princesa- dijo el comandante Dareo.

- ¿Myr, Tyrosh o Lys? – pregunto Daena mientras se acercaba a la mesa de operaciones.

- Al parecer son piratas – dijo Aemond.

- Así es príncipe – dijo Dareo – son piratas, pero creo que las tres putas están detrás de esto.

- No lo dudo comandante – agrego Reggio - ¿De cuantos barcos estamos hablando?

- Posiblemente cincuenta y cinco, cada uno de treinta a cincuenta hombres – contesto el comandante Lohar.

- Este será el plan, esperaremos a por lo menos la mitad toque tierra para atacarles con el ejercito real y el ejército de la ciudad – dijo Daena llevando sus manos al mapa de la ciudad – dividiéndonos en tres grupos: uno saldrá por la puerta central y los demás bajaran por las colinas cercanas a las torres de vigilancia para asi acorralarles.

- Me parece bien – dijo Lohar.

- Mientras los navíos son quemados por el príncipe Aemond a lomos de Vhagar – prosiguió Daena – yo liderare el grupo el oeste y...

- ¿Qué? – agrego Aemond de inmediato – claro que no, no debes ponerte en tanto peligro, es mejor tu quemes la flota a lomos de Ozai.

- Principe Aemond, le aseguro que la princesa es capaz de sobrevivir una batalla – dijo el comandante Dareo.

Aemond sabia que Daena tenia entrenamiento, que era buena luchando a puño limpio, con el arco y que tenia un gran manejo de la espada/sable. Pero se rehusaba a que hubiera una pequeña posibilidad de peligro en su entorno, sabia que no la convencería de no intervenir – eso lo había dejado claro cuando apareció en el jardín – pero a lomos de Ozai el peligro era menor.

- La princesa Daena ha completado su entrenamiento – dijo Reggio – pero sin duda no pondré a ninguno de los dos en peligro. Tengo tres mil espadas a mi servicio, me vendría bien dos dragones en el aire.

Daena asintió, sabía que no podía discutir el tema con la máxima autoridad de Pentos. Daena sentía un gran respeto y admiración por el príncipe Reggio, su palabra era absoluta ley para ella.

- Entonces seguiremos con el plan de la princesa – dijo Lohar y volteo a ver a los peliblancos – les daremos la señal para que intervengan quemando la flotilla, algo me dice que los dragones.

- En marcha – dijo Dareo dando un puñetazo sobre la mesa y todos se movilizaron para salir del castillo.

*

Aemond Targaryen había sido nombrado caballero a la edad de diecisiete años después de haber ganado un torneo en Casterly Rock. Nadie podía dudar era un excelente guerrero gracias a la tutela y entrenamiento de Sir Criston Cole, incluso el príncipe había buscado, adaptado y perfeccionado una estrategia para que el tener un solo ojo no fuera su desventaja. Era sin duda un oponente al que temer, la situación era que sus encuentros no pasaban de entrenamientos y torneos.

THE BLOOD OF OLD VALYRIA (DAENA Y AEMOND)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora