THE BLOOD OF OLD VALYRIA (DAENA Y AEMOND)

TRAICIONES DE LA LADERA

La princesa Helaena cayo sobre sus rodillas al saber de la muerte de su hijo el príncipe Maelor, su esposo Jacaerys se sento junto a ella en el suelo, abrazo a su esposa mientras ella lloraba y gritaba de dolor. Helaena había sido bastante paciente para recontrarse con su hijo, habían pasado bastantes lunas con la esperanza de ver una vez más a su pequeño de seis años, pero ese día la esperanza se le fue entre las manos.

La princesa Daena se puso su armadura, ajusto shadow en su espalda y la daga de Daemon en la cintura. Aemond también vistió con una armadura que tenía en la fortaleza roja, pero esta vez le había arrancado la capa verde. El matrimonio se dirigio a despedirse de su hijo que se encontraba en la biblioteca tomando lecciones junto con el pequeño Corlys.

- Se que odias que me aleje, pero prometo que será la ultima vez que nos alejaremos – dijo Daena a su hijo. 

- ¿Lo prometen? – pregunto Rhaegar mirando a sus padres. 

Aemond pasó su mano por los cabellos de su hijo. 

- Si todo sale bien, pronto iremos al norte por tus hermanos y hermana ¿si?

Pero ni si quiera esa promesa puso una sonrisa en la cara del príncipe, Rhaegar solo asintió con pesar. Era el más grande todos, el más listo y avispado, el que más había pasado por situaciones difíciles, solia ser un niño alegre y apasionado, pero igual que su madre la guerra le había arrebatado el sabor dulce la vida. 

Aemond levanto a Rhaegar entre sus brazos y el pequeño príncipe se aferro a su padre, Daena se les unio en el abrazo y sintió las lagrimas de su hijo. 

- ¿Nos vamos? – pregunto Jace en la entrada la biblioteca. 

La familia se separo, Aemond puso al niño de pie en el suelo y voltearona ver a Jace. El príncipe de Roca Dragon portaba una armadura color negra con algunas escamas rojas y el dragon de tres cabezas en el pecho, en el cinturón llevaba la espada de los reyes: Blackfyre. Rhaenyra no sabia como usarla, así que lo más apropiado es que la blandiera su heredero, Jacaerys. 

- Te amamos – dijo Daena a su hijo y luego dejo un beso en la mejilla del pequeño príncipe. 

*

Seasmoke, Vermax, Ozai y Canibal emprendieron vuelo desde Kings Landing hasta el campamento del ejército de los negros que se encontraba al norte de la Ladera. La ciudad capital se quedo custodiada bajo las alas de Boash, Borrasca, Tyraxes y Meleys – cuyos jinetes se turnaban a patrullar para evitar cualquier sopresa del enemigo –.

En un principio la reina y su consejo privado se habían negado a que el príncipe Jacaerys fuese participe en la batalla, según dijo Lord Celtigar seria la ultima batalla de la guerra y por ende una de las más sangrientas de la famosa "danza de dragones". Pero Lord Corlys fue quien convencio a la reina de dejar ir a Jacaerys, diciendo que de haber victoria el pueblo aclamaría al heredero como todo un héroe y el príncipe ganaría la aceptación de la gente.

Vermax iba al frente, era el más rápido de los cuatro, detrás de él le seguían Ozai y Canibal uno al lado del otro y al final de la formación Seasmoke extendia sus palidas alas mientras su jinete vigilaba atentamente al príncipe Aemond, justo como se lo había ordenado la reina. 

A lo lejos se avistaban las torres del pequeño castillo de la Ladera donde se ondeaban los blasones de Gaemon Blackfyre y la casa Hightower, unos metros antes – pasando el campo abierto – estaba el campamento de los norteños y algunos hombres de las tierras de los ríos (quienes habían estado en el Oeste) ahí se ondeaba el blason de la reina, la casa Stark, Bolton, los Tarly y los Blackwood, pues Benjicot se encontraba ahí.