POR LOS QUE YA NO ESTAN

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DRAGON STONE 114 D.C.

- ¿Cuándo volvemos a Drifmark? – pregunto Daena. 

La princesa tenia los brazos cruzados mientras estaba parada sobre una enorme roca para poder ver a los dragones. 

- Acabamos de llegar – dijo el príncipe Aegon. 

- No me gusta aquí – agrego Daena y volteo a ver a su padre. 

Aegon estaba sentado sobre la roca, le sonrio a su hija y palmeo levemente la roca indicándole a Daena que se sentara a su lado. La princesita a regaña dientes obedecio, se sento con las piernas cruzadas al lado de su padre, Aegon puso su brazo izquierdo sobre los hombros de Daena y la jalo hacia el para besar su cabello.

- Yo naci en este castillo – dijo Aegon – de acuerdo a mi padre era un dìa soleado y hermoso.

- ¿Por eso te gusta venir aquí? – Daena volteo a ver a su padre. 

- Es el sitio ancestral de nuestra familia – Aegon aun tenia la mirada fija en Vhagar y Ozai comiando al otro lado del campo – tal vez un día vivas aquí cuando te cases.

- Prefiero que no sea asì.

Aegon rio para sus adentros, negó levemente con la cabeza y volteo a ver a su hija. Le sorprendia la madurez e inteligencia que tenia. 

- ¿La parte de casarte o de vivir en Dragon Stone? 

Daena sonrio. 

- Ambas... yo, yo quiero un dragón y recorrer el mundo sobre el, no me casare o tendre hijos, quiero encontrar aventuras y tener historias para contar cuando sea anciana. 

Aegon sonrio aun mas y de nueva cuenta jalo a Daena hacia el para dejar un beso sobre la cabeza de su hija. 

- Definitivamente eres hija de tu padre – contesto el príncipe. 

Daena se abrazo a su padre sintiendo el calor de su cuerpo y su aroma a menta. La barba del príncipe rozaba en la frente de la princesa, fue una tranquilidad con nomas que el sonido de las olas rompiendo en las costas y el leve rugido de Vhagar.

Aegon comenzó a toser sin parar, Daena se preocupo y se aparto de su padre girando para estar cara a cara con el. El príncipe llevo su mano izquierda a su boca y cuando termino de toser alejo la mano dejando ver que había escupido sangre. 

- ¿Padre? – pregunto Daena consternada. 

Aegon lucia preocupado, las ultimas semanas había sentido una presión en el pecho, mareos y había tosido mucho, pero nunca había arrojado sangre, sin duda no era buena señal. Cuando el príncipe volteo a su izquierda, en dirección del castillo, vio a su esposa Lady Laena Velaryon inmóvil y preocupada por lo que acababa de presenciar. 

- ¿Estas bien? – insistió Daena con la voz quebradiza. Aegon hizo un esfuerzo por sonreir, pero no sirvió para reconfortar a su hija. 

- Lo estaré – el príncipe se puso de pie y Daena le siguió – vamos adentro para cenar con tu madre. 

Aegon sabia que su enfermedad lo llevaría a la muerte. 

*

PENTOS 120 D.C.

- ¿Madre? – pregunto Daena saliendo a la terraza que frecuentaba su madre para tomar aire fresco.

Era una noche pacifica, llena de estrellas, con un aire fresco de verano y la vista de la ciudad era exquisita. 

THE BLOOD OF OLD VALYRIA (DAENA Y AEMOND)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora