Capítulo 17

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Lo primero que hicimos al llegar a la casa de Petra fue limpiar, aunque el señor Ral dejó la casa lista, para Levi no era suficiente, pasamos gran parte de la tarde limpiando a profundidad el lugar al que llamaríamos hogar.

—La casa de Petra siempre me pareció... —me detuve al escuchar lo que estaba diciendo—. Debería dejar de decir que es la casa de Petra.

Levi sonrió.

—Es nuestro hogar, querida —me dijo—. Esta casa... ahora es nuestra.

—Aún es un poco raro decir nuestra casa —dije avergonzada—. Pero estoy segura de que es muy acogedor el lugar.

—Crearemos buenos recuerdos aquí Lizzie.

Le devolví la sonrisa.

—Lo haremos —coincidí—. Creo que hemos terminado de limpiar ¿quieres cenar?

—Me encantaría —respondió—. ¿Qué prepararemos?

—Bueno... en las provisiones traje un poco de verdura y carne —recordé—. Haremos un estofado.

—Picaré la verdura entonces —dijo Levi.

Mientras Levi se ponía a trabajar yo puse a hervir una pequeña olla con agua y la carne que había traído.

—¿Tu madre te enseñó a cocinar?

—Así es —respondí—. Cuando me adoptaron mis padres me dieron una maravillosa infancia, tengo bonitos recuerdos con ellos cuando era niña.

—Nunca me has hablado de tu padre.

Me quedé pensando en una respuesta.

—Mi padre... tiene mucho que no lo veo —contesté—. En su trabajo es un hombre muy ocupado, pero siempre está al tanto de lo que hago en la legión.

—Debe estar muy orgulloso de la mujer en la que te convertiste.

—Creo que si —admití—. Me apoyó cuando decidí entrar a la legión.

—¿Le contaste del accidente?

—Se puso como loco —dije risueña.

Levi puso las verduras en la olla y preparó la tetera.

—Pero a pesar de eso siempre ha confiado en mis capacidades y habilidades —continué—. Sabe que soy capaz de manejar mi nuevo cargo.

—De eso no tengo dudas Lizzie —me concedió.

—Lo conocerás pronto —anuncié.

La cara de Levi palideció y esbozó una sonrisa nerviosa.

—¿Acaso el soldado más fuerte de la humanidad está nervioso?

—Eres tan graciosa querida —dijo con sarcasmo—. Digamos que no estaba preparado.

—Mi padre es un buen hombre —lo tranquilicé—. Estoy segura de que se llevarán muy bien.

—¿Cómo es él?

Pregunta difícil.

—Bueno... él es muy calmado —respondí—. Es muy analítico, y su mente es muy aguda, siempre nos protegió a mi madre y a mí.

Levi escuchó con mucha atención cada detalle de mi padre.

—Por su trabajo llega a ser muy serio —continué—. Mi madre siempre decía que en algún punto su rango acabaría con su humanidad... pero él haría cualquier cosa por mantenerme a salvo.

—¿Perder su humanidad? —preguntó extrañado—. ¿Qué clase de trabajo tiene tu padre?

** Flashback **

Freedom | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora