Capítulo 33

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A primera hora de la mañana estábamos por encima de la muralla, dando los últimos detalles a nuestro equipo, revisando provisiones, y más que nada postergando el temor de algunos soldados por ir directo hacia otra apuesta del comandante Erwin.

También había soldados que estaban preparados para lo que pudiera venir, como Hange, y el resto de mi escuadrón, a mi lado estaba sentado Levi, que admiraba conmigo el sol brillante que ya estaba en el horizonte.

—Espero poder ver este sol otra vez —le dije en un susurro.

—¿Eso será lo primero que harás cuando tengamos éxito? —me preguntó—. Es una lástima, lo que yo iba a hacer era hacerte mía...

—¡Levi! —lo regañé—. ¡Intento concentrarme en la misión!

Me giré para mirarlo y a pesar de haber dicho ese comentario podía ver en su rostro un poco de incertidumbre.

—Nunca te he preguntado donde tienes tu anillo —me dijo.

Sin pensarlo desabroché mi collar y se lo mostré, al lado de la piedra azul estaba colgando mi anillo de bodas.

—Así los llevo a los dos conmigo —expliqué—. ¿Dónde lo tienes tu?

—En realidad usé tu idea —admitió.

Sacó una delgada cuerda de su camisa y reveló su anillo. Me reí un poco.

—Es una buena idea —le dije.

—Capitanes —nos interrumpió Claire—. Faltan cinco minutos.

—Gracias Claire —respondí.

Ambos nos levantamos de la orilla de la muralla y me coloqué la capa de la legión. Verifiqué que mi peinado estuviera bien hecho y le coloqué su distintivo pañuelo a Levi.

—Podría acostumbrarme a este ritual —me dijo en voz baja.

—Me aseguraré de tener más momentos así.

Levi se terminó de alistar y nos unimos al resto de la legión. Los altos mandos de las divisiones militares nos saludaron con respeto, y nosotros les devolvimos el gesto.

Tomamos nuestros caballos y los preparamos para subirlos a los ascensores de madera, una vez todos listos formamos varias filas a la orilla de la muralla, para nuestra sorpresa todas las personas del distrito estaban al pie de la muralla, dándonos gritos de aliento y deseándonos una misión exitosa sin bajas significativas.

—¡Gracias por sus sacrificios!

—¡Recuperen la muralla María!

—¡Regresen todos a salvo!

—¡Capitán Levi! —gritó un hombre—. ¡Capitán Elizabeth! ¡Gracias por su esfuerzo!

—Son famosos chicos —bromeó Hange.

Mantuve mi mirada hacia la gente del pueblo, nunca había visto que las personas nos apoyaran, y menos que gritaran con todo lo que tenían nuestros nombres.

—Supongo que eso esperan de nosotros luego de hacer tanto escándalo —dijo Levi.

—Vamos Levi... disfruta un poco el momento...

—¡Pueden contar con nosotros! —gritó Connie.

Jean y Sasha siguieron a su amigo con emoción, gritando y dándose apoyo los unos a los otros.

—Creo que la legión jamás había tenido una despedida así —dije aun sorprendida.

—En efecto... —concedió el comandante—. Es la primera vez...

Freedom | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora