Capítulo 48

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—¡Hay muchos titanes! —gritó Petra.

—¿¡Cómo sabremos cuál tiene a Armin!?

—¡Miren! —observó Connie—. ¡Ahí hay uno que está corriendo!

—¡Falco, acércanos a ese cerdo! —ordenó Annie.

—¡Sasha! ¡Hange! ¡Ustedes quédense aquí! —les dije.

—¡Sí capitán!

El resto de nosotros bajamos del ave e iniciamos el ataque para recuperar a Armin.

—¡Mikasa! —le dije—. ¡Si encontramos al titán bestia real nos separaremos de ustedes!

—¡Sí capitán!

Cuando aterrizamos nos dispersamos para darle espacio a Annie de poder transformarse.

—¡Lo encontraremos Levi! —le prometí—. ¡Yo me aseguraré de que cumplas la promesa que le hiciste a mi padre!

En un momento Levi me dedicó esa sonrisa que tanto me gustaba.

—¡Ese cerdo se está escapando! —gritó Connie.

—¡Annie, lanza a Mikasa! —ordené.

Pero cuando la chica estaba por decapitar al titán uno de los portadores del titán acorazado apareció para aplastarla.

—¡Mikasa!

Volé entre los huesos y corté las curvaturas de las piernas del titán.

—¡No puedes ir sola Mikasa! —le dijo Levi.

Cuando nos reagrupamos sobre el titán de Annie muchos antiguos portadores nos rodearon, entre ellos Bertholdt.

—No queda de otra —sentencié—. Vamos a luchar hasta que encontremos una mejor solución.

Los cuatro saltamos del titán hembra y comenzamos a cortar las nucas de todos los titanes que podíamos. Para este punto estaba segura de que mis heridas ya habían cerrado, y el dolor era soportable; el tiempo de vuelo sobre el ave me había hecho recuperar muchas de mis fuerzas, a este paso podríamos resistir más tiempo en los que recuperábamos a Armin.

El proceso era extenuante, nunca me había exigido tanto y menos en circunstancias donde estuviera herida, pero todo este poder que sentía estaba tomándome por completo, y no pude pensar en otra cosa que no fuera Levi, luchar a su lado era uno de los mayores placeres de la vida que pude haber encontrado en este mundo.

No podía encontrar las palabras para describir como me sentía en ese momento, sabía que estaba muy herida, y cualquier humano normal ya habría muerto en este estado, pero yo era incapaz de sentir ese dolor, sentía un enorme poder creciendo dentro de mí; y cuando dejé que se apoderada de mi cuerpo todo explotó en un mar de poder y emoción.

Este poder... es el poder Ackerman...

Cuando varios titanes fueron por la Annie los rebané en pedazos, necesitaba tiempo para regenerar los miembros y las heridas que estaba sufriendo.

—¡Connie cuidado!

Corté la nuca de otro titán hembra que estaba por romper en pedazos a mi subordinado.

—¡Annie!

Nadie podía ir a ayudarla ahora, todos estábamos luchando con nuestros respectivos titanes, pero no hubo necesidad de hacerlo, el titán de Bertholdt mandó a volar la horda de titanes que iba hacia ella.

Y fue un efecto colateral para que todos los titanes que habíamos conocido salieran de su trance y dejaran de atacarnos, ahora estaban a nuestro lado luchando.

Freedom | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora