Capítulo 27

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** Levi **

—¡Capitán!

La soldado que Elizabeth reclutó entró de golpe a mi habitación.

—¿Qué ocurre?

Claire no pudo responder de inmediato, se apresuró a estabilizar su respiración lo mejor que pudo.

—La señorita Elizabeth... —tosió un poco—. Desapareció...

No... no...

—¿¡Que dijiste!? —grité.

La chica sacó de su bolso la chaqueta de Elizabeth, aún olía a té negro.

—Estaba revisando el perímetro y me encontré con la chaqueta de la capitán en uno de los callejones de la ciudad —explicó.

Ella no volvió...

—Vámonos mocosa —ordené—. Iremos a...

—Capitán Levi.

Por el umbral apareció Nifa.

—Es hora de irnos capitán —interrumpió.

Mierda.

Nadie a excepción de Claire sabía que Elizabeth había desaparecido, si ya dudaban de matar a quién interrumpiera esta misión, sin saber el paradero de Elizabeth definitivamente estos mocosos no iban a estar concentrados.

—Esto queda entre nosotros dos —le ordené a la chica.

Ella asintió y salió en silencio.

(...)

¿Dónde estarás Elizabeth?

Si algo aprendí de Kenny fue a observar a mi objetivo desde un ángulo en diagonal... por lo que él...

Todo tuvo sentido.

—¡Nifa!

Pero fue demasiado tarde, para cuando volteé a mi compañera ya le habían volado la cabeza.

Me escudé con la chimenea del techo.

—Hola Levi... —Kenny—. He de decir que me siento ofendido de que no me hayas invitado a tu boda...

¡No! Elizabeth...

—Es una chica bastante singular —continuó—. Me pregunto qué tanto te conoció como para alejarse de ti tan rápido.

Ella no me dejaría...

—¡Pero basta de charla! —exclamó—. ¡Vamos a ver qué tanto has crecido!

Escuché como unos ganchos se insertaban en la chimenea, y cuando dio la vuelta ese maldito rostro de hace tantos años se apareció ante mí.

—¡Kenny!

—¡No has cambiado nada mocoso!

Miré por última vez el rostro destrozado de Nifa y disparé mi equipo de maniobras.

Elizabeth no puede estar muerta, ese maldito...

Por detrás aparecieron el resto de sus secuaces.

Mierda.

Antes de poder darme cuenta dos de ellos recibieron disparos en la cabeza.

Imposible, esos mocosos no están en esta área. No importa, no hay tiempo para pensar en eso, a este paso voy a perder de vista los ataúdes y al resto de mi escuadrón.

Aún quedaban dos imbéciles detrás de mí, intenté escabullirme entre los callejones, pero sus disparos rozaron mi cara.

Demonios.

Freedom | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora