Capítulo 28

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** Elizabeth **

—¡Capitán Levi espere!

El soldado, que al parecer se llamaba Marlo de verdad se veía aterrorizado, no sabía si era porque que Levi estaba aquí o por el hecho de que creían que los podíamos matar.

—¡Déjeme unirme a ustedes! —suplicó—. ¡Les será más sencillo infiltrarse con verdaderos soldados de la policía militar!

La soldado que estaba a su lado seguía procesando el hecho de su completa de cuarto, Annie fuera el titán infiltrado.

—No lo permitiré —respondió Levi—. Cambiaste de bando muy rápido, mañana podrías delatarnos y todo se irá a la mierda.

—¡No será así! —chilló—. ¡Se los...

—Ya basta —interferí—. Sasha llévatelos.

—Espere capitán —me dijo Jean—. Yo lo haré.

Lo miré detenidamente y supe que algo tramaba.

—De acuerdo.

(...)

—Gritas mucho —me quejé—. Te daré una verdadera razón para hacerlo.

Con una pequeña pero eficaz maniobra con mis manos le rompí la nariz.

El rehén aulló de dolor y se aferró con todas sus fuerzas al árbol que tenía detrás.

—Ya dinos dónde están Eren y Historia —secundó Levi.

Alrededor nuestros subordinados estaban atentos a lo que estábamos haciendo Levi y yo, eran buenas personas, de lo contrario no estarían tan callados luego de atacar soldados de la policía militar central.

—¡No lo sé! —respondió—. ¡Kenny Ackerman es un hombre muy paranoico!

—¿Ackerman? —pregunté—. ¿Ese es su apellido?

El hombre asintió con fervor y de reojo noté que Mikasa se quedó helada ante la aseveración.

—Ya habrá tiempo para hablar de eso —sentencié—. Dinos donde crees que están.

Lo tomé del cabello y lo obligué a mirarme.

—No soy alguien muy paciente así que si no empiezas a hablar ahora... te romperé cada hueso de tu putrefacto cuerpo.

El hombre se veía terriblemente aterrado.

—¿¡Cómo una mujer puede ser así!? —chilló—. ¡Estás loca!

Una sonrisa se dibujó en mis labios.

—Me halagas.

—¡Alguien está cerca! —nos interrumpió Sasha—. ¡Son muchos!

—Se los dije... el cuerpo de investigación está acabado...

(...)

—Los cargos falsos que se nos adjudicaron fueron revocados —anunció Hange—. Somos libres.

Todos los chicos gritaron emocionados.

Sentí un peso menos en mi alma al saber que mi padre estaba a salvo, aunque lo hubieran humillado de tal manera seguía cumpliendo su deber como nuestro superior.

—Gracias Hange —le dije con una sonrisa.

Importándome poco que estuviéramos en una misión entrelacé mi mano con la de Levi. Él me miró un tanto sorprendido, pero al final sólo suspiró y me dio un pequeño apretón.

—Ya no somos criminales —le dije.

—Nunca lo fuimos Lizzie.

—Señorita Elizabeth —nos interrumpió Claire—. ¿Cómo está? Perdone que no haya podido preguntarle antes, pero...

Freedom | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora