Capítulo 11

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Llegó el día de la expedición, y todos teníamos instrucciones que seguir por parte del comandante Erwin.

—Aún creo que es demasiado riesgoso —me quejé con Levi—. Es como si estuviéramos apostando nuestras vidas por algo que esperamos que resulte.

—Es por eso que debemos hacerlo —me convenció—. Tú sabes porque nos lo dijo.

—Lo sé —admití—. Pero apostar... no es mi estilo.

—Tampoco el mío —concedió—. Pero debemos confiar en Erwin.

—Confío en él —le dije—. Pero al final nadie sabe cómo van a terminar las cosas.

—Siempre debemos esperar lo peor —continuó—. Pero que estés con la cuatro ojos...

—Ella es una increíble soldado —me adelanté—. Estaré bien.

—Serás comida de titán si te descuidas.

—Mantendré los ojos bien abiertos —le dije risueña.

Le di un fugaz beso en los labios, quería irme con esa sensación a la expedición.

(...)

—¡Debemos cambiar a equipo de maniobras señor! —gritó Petra.

—Seguiremos en los caballos a esta velocidad —respondió.

—¿¡Capitán!? —dijo un poco alterada.

El titán hembra estaba tras nosotros, y los gritos de nuestros compañeros sonaban de fondo.

Aguanten chicos.

—¡Lizzie!

No pude voltearla a ver, no tenía permiso para hacerlo, mantuve la mirada al frente, esperando el momento de nuestra retirada del escuadrón.

—¡Me voy a convertir en titán! —declaró Eren.

—¡No puedes hacerlo a menos que tu vida esté en peligro Eren! —lo reprendió Erd.

—¡Nuestros comp...

—¡Debes confiar en nosotros Eren! —le pidió Petra al chico.

Que irritante llega a ser este chico. Levi tenía razón, este niño no confía en nosotros.

Levi y yo no dijimos ni una palabra mientras Eren pensaba en su decisión, dentro de poco tendríamos que separarnos del escuadrón.

—¡No entiendo porque debo dejar que nuestros compañeros mueran! —exigió saber.

—Tenemos órdenes Eren —espeté—. Debemos acatarlas.

—¿¡Entonces porque no bajamos de los caballos para ayudarlos!?

Levi y yo no respondimos.

—¿¡Qué acaso nadie...

—No cuestiones las decisiones de este escuadrón —ordené.

—¡Pero podemos...

—¡El capitán ha decidido que no es necesario decirnos más información! —respondió Auruo.

—¿¡Y confían en el!? —inquirió.

—¡Jamás nos atreveríamos a dudar sobre las decisiones del capitán Levi! —lo regañó Petra.

—Toma ya una decisión mocoso —presionó Levi.

Y por ese instante sólo se escuchó el galope de los caballos y un pesado silencio acompañado de una horda de incertidumbre.

—¡Confiaré en ustedes! —respondió.

Eso estuvo cerca.

—Es hora Elizabeth —me susurró Levi.

Freedom | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora