Capítulo 22

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En la madrugada salí corriendo al baño.

Recogí mi cabello y vomité lo poco que había comido durante el día.

—Carajo.

Limpié el baño y me lavé la cara y los dientes.

—Ya llevas vomitando varios días.

Alcé la mirada y por el espejo vi a Levi con un vaso de agua.

—Debe ser el estrés —le dije sin tomarle importancia.

Levi alzó una ceja.

—Eres más inteligente que esa respuesta querida.

Me reí un poco.

—Estoy bien —insistí—. Sólo necesito descansar.

Tomé el vaso y me fui de regreso a la habitación. La visión se me nubló y me apoyé en la pared.

Sentí a Levi sostenerme por los brazos.

—En la mañana iremos al doctor —decretó.

(...)

—¿Ha tenido mareos capitán?

—Si.

—¿Vómito en la mañana?

—Si.

—¿Es activa sexualmente?

—Si.

El doctor me analizó con la mirada y se dirigió a Levi.

—Salga de la habitación por favor —le pidió.

—Lo que le vaya a preguntar a la capitán lo escucharé yo.

El doctor me miró y yo asentí.

—De acuerdo —accedió—. ¿Hace cuánto que no tiene su periodo?

—¿Qué? —pregunté extrañada—. No lo sé... tuvo que haber sido hace... oh carajo.

No podía verme en un espejo, pero sabía que estaba tan pálida que un niño saldría corriendo al verme.

—Espere —dijo Levi—. ¿Está diciendo que la capitán está embarazada?

—Así es capitán —respondió el doctor—. Felicidades.

No fui capaz de articular una palabra, embarazada... Levi ni de chiste me dejaría salir a las misiones, y cuando mi padre se entere... no sabía cómo iba a reaccionar.

Miré a Levi en espera de alguna reacción.

¿Y si está enojado? Tal vez no está listo...

Sin embargo, los ojos de Levi no reflejaban nada, no había nada en ellos, ni felicidad, o enojo, o emoción... nada.

Yo tampoco sabía cómo sentirme, pensé en cómo llevaría la noticia con mis entrenamientos, la legión no podía permitirse la baja de más miembros. No creí que sucediera tan pronto, no podía ir y venir de la casa al cuartel, tenía un escuadrón a mi cargo y era bastante peculiar.

Todas esas ideas abrumaron mi mente.

—Gracias doctor —articulé.

Tomé la mano de Levi y salimos de la habitación.

Caminamos en silencio y llegamos a nuestro cuarto.

Me paré frente a Levi y traté de descifrar lo que podía estar sintiendo, sabía que estaba tan abrumado como yo, y quería saber que opinaba de la situación.

La idea de formar una familia con Levi me hacía mucha ilusión, me imaginaba a unos cuantos niños corriendo por la casa y viviendo una vida en paz a pesar de nacer en este mundo.

Freedom | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora