Capítulo 47

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En un ataque por recuperar a Armin y proteger a Reiner usamos varias lanzas relámpago, pero no podíamos lograr nada, fue como si no fuéramos capaces de hacer algo.

—¡Son titanes con inteligencia! —gritó Hange—. ¡Analizan la situación y atacan con base en lo que ven!

—¿¡Y qué deberíamos hacer!? —preguntó Connie—. ¡Nos estamos quedando sin lanzas relámpago!

—¡Y no sabemos si Armin sigue vivo!

—Si Armin estuviera lastimado ya se habría convertido en titán —respondió Levi—. En otras palabras... lo han capturado sin herirlo.

Podía ver cómo la rabia estaba consumiendo a Mikasa.

—Mikasa no te apresures —ordené—. Levi y yo vamos a distraerlos.

—Eso no será posible capitán... sé lo que son los titanes de alrededor —intervino Pieck—. Son los nueve titanes de tiempos pasados.

Que carajos...

—No sé si alguno tiene la conciencia de portadores pasados... pero Eren puede revivirlos incontables veces por el poder del titán fundador.

—Algo así... es imposible de derrotar —dijo Connie.

—Es por eso que no puedo dejaros hacer algo así —continuó Pieck—. Porque Eren... no es mi amigo.

—¿Qué...

—Esa bastarda...

Y antes de darnos cuenta el titán carguero corrió hasta la nuca de Eren y enrolló cómo pudo la serie de explosivos que tenía en la boca.

—¡Espera!

Pero no hubo necesidad de que Mikasa la detuviera, porque un enorme trinche atravesó a Pieck por la espalda, dejando caer así la caja que activaría los explosivos. El titán acorazado corrió a su rescate, pero otro de los antiguos portadores de los titanes apareció detrás de él.

—¡Reiner, por aquí! —le gritó Jean.

El chico estaba a punto de disparar una lanza relámpago cuando otro titán mandíbula apareció para atacarlo. En un instante apareció Levi para salvarlo.

—¡Todos muévanse! —ordené—. ¡Hay que traer de vuelta a Armin!

Todos usamos las lanzas relámpago que nos quedaban, eliminando a cada antiguo portador que se nos pusiera al frente.

Un aura que ya había sentido antes apareció atrás de nosotros.

—¡Es el titán de Bertholdt! —anunció Hange.

Tomó a Reiner con su enorme mano y lo levantó por los aires, listo para devorarlo, pero en lugar de eso explotó su titán y nos llevó a todos con su ataque. Lo único que podía ver fue como todo daba vueltas antes de estrellarme con uno de los huesos de Eren, automáticamente grité de dolor.

Todo fue insoportable, la herida que me había esforzado por curar se volvió a abrir, sentía toda mi espalda cubierta de sangre y mi camisa estaba pegada por sangre seca. Busqué rápidamente con la vista a Levi y lo vi escupiendo sangre, jadeé del esfuerzo y me impulsé con mi equipo de maniobras a ayudarlo.

—Levi... aquí estoy...

—Lizzie... tu espalda...

—Eso no me importa... hay que apresurarnos... los chicos...

Y el dolor me impidió hablar, una enorme oleada de punzadas llegó a mi pecho y me hizo retorcerme en el aire.

—¡Elizabeth!

Freedom | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora