Capítulo 31

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Pasaron varios meses desde aquella batalla, y nuestra adorada hija había crecido mucho en nuestra ausencia, en una rápida visita pudimos darle a Paola y su esposo nuevas cartas para leérselas a Sarah.

—Hola mi niña... —le dije emocionada—. ¡Cuánto has crecido!

—Es una niña bastante activa Lizzie —nos dijo la amiga de mi madre.

Tomé en brazos a mi hija y la giré por los aires. Levi fue a recibir el reporte del esposo de Paola, fue una de sus condiciones para saber el avance de Sarah, de esa manera confiaba que ellos la cuidaran bien.

Creí que mis amigos tendrían problemas con ello, pero para mi sorpresa entendieron perfectamente la situación y no dudaron en aceptar los términos de Levi.

—Me temo que sólo será una visita rápida mi pequeña —le dije un tanto triste—. Mamá y papá tienen trabajo que hacer...

—Cada día camina mucho más —nos interrumpió el esposo—. Y es una niña muy bien portada.

Sonreí aliviada de que Sarah estuviera a salvo y feliz con este estilo de vida. Con mucho cuidado Levi la tomó en sus brazos y la arrulló en su regazo.

—Pa... pa...

Miré a Levi sorprendida y guardamos silencio.

—Ma... ma...

—Levi... —articulé—. Ella dijo...

—Sus primeras palabras...

Una enorme emoción inundó mi cuerpo y la felicidad de Sarah me contagió por completo, esa torcida sonrisa y su pequeña mano en su boca se quedaron grabadas en mi memoria.

—Me alegra mucho vivir estos momentos contigo Levi —susurré.

Me di cuenta de que Levi no pudo esconder esa maravillosa sonrisa de su rostro.

—A mí también Lizzie.

Miré rápidamente el reloj y era hora de irnos, Hange y algunos soldados nos esperaban para ver los resultados de la nueva arma que se había desarrollado para combatir a los titanes.

—Es hora de irnos —declaré—. Nos veremos pronto Paola.

—Cuídense mucho —nos dijo.

(...)

—¡Lo hicimos Eren! —gritó Hange emocionada.

Levi le extendió un pañuelo al soldado, había tosido sangre durante la demostración. Yo le pasé una alforja con agua.

—Ya has usado mucho el endurecimiento del titán —anunció Levi—. Últimamente has estado entrenando todos los días.

—Debes tomarte un descanso ahora que sabemos que el arma funciona —coincidí—. Tu cuerpo no durará para siempre.

—Lo lamento mucho Eren —dijo apenada la sargento—. Estaba tan emocionada con los experimentos que no me detuve a...

—No se disculpe sargento —la interrumpió Eren—. Sólo estoy un poco cansado, además hemos creado un arma maravillosa, así ya no tendrán que morir más soldados.

Podía ver en el rostro de Levi que estaba preocupado por la salud de Eren, sabía lo mucho que se preocupaba por sus subordinados, aunque lo expresara de una manera poco común.

Claire también estaba preocupada por su compañero, sabía que si él estaba mal eso preocuparía a Armin y Mikasa, su sentido protección me seguía sorprendiendo todos los días.

—Pronto... iremos a Shinganshina —declaró—. Así recuperaremos la muralla María.

(...)

Freedom | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora