Capítulo 46

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Al inicio del vuelo Hange estuvo llorando desconsoladamente en mi regazo, y podía ver en las caras de nuestros subordinados que no sabían cómo sentirse con respecto a la situación, todo había pasado demasiado rápido como para procesarlo de inmediato. A pesar de eso Armin fue a la cabina del avión a hablar con Onyankopon.

No pude escuchar lo que estaban diciendo, aunque Hange había dejado de llorar yo estaba asimilando también el hecho de que yo me hubiera arriesgado de esa forma al hablar con mi amiga.

—Capitán...

—Adelante Armin —le dije—. Por favor discutamos el plan.

El chico asintió e hizo un dibujo de cómo se veía Eren en estos momentos.

—Si somos objetivos Eren debería estar en frente de la columna —observó Pieck—. Como cualquier otro titán.

—Podríamos usar el equipo de maniobras, pero dudo que sirva —secundó Levi.

—En otras palabras... no sabemos dónde está Eren —dijo Armin.

—Pero incluso si no sabemos dónde está es posible destruirlo —intervino Pieck—. Justo como destruiste el puerto sin dejar rastro, usando el titán colosal.

—Así es... primero hablaremos con Eren, y usaremos el titán colosal como último recurso.

—Sé que no es tan sencillo, pero... ¿Eren no activó el retumbar a través de Zeke? —pregunté—. Si matamos a Zeke primero podríamos detener el retumbar ¿no?

—Es una posibilidad capitán —concedió Armin.

—No es seguro —dijo Hange en un susurro—. Pero esa es la teoría que tengo...

—Pero no sabemos dónde está Zeke —intervino Pieck.

—Tendremos que averiguar dónde está ese mono —declaró Levi—. Yo mataré al titán bestia.

—Capitán —dijo Jean—. Yo haré lo que sea para ayudarlo.

En movimientos lentos y pequeños Hange se levantó de mis piernas y se sentó en el asiento del avión, completamente en silencio, tratando de ordenar sus pensamientos.

—Nosotros... hemos matado a nuestros compañeros para poder salvar a otros —dijo Connie—. Ahora entiendo que... debió ser muy difícil para Annie, Reiner y Bertholtd.

Vi a Reiner sorprenderse por lo que estaba diciendo su compañero.

—No creo que pueda remediar todo lo que hice —dijo Reiner—. Pero creo que si podemos salvar a la humanidad... tal vez pueda volver a tener la frente en alto.

Todos han sufrido tanto...

—Creo que entiendo a Eren —continuó—. Creo que quiere que lo detengamos.

—¿Qué quiere decir? —preguntó Mikasa.

—He estado pensando en qué Eren puede controlar a todos los eldianos y a los titanes —explicó Armin—. Pero nosotros aún podemos usar nuestros poderes de titán.

—Eren pudo haberles quitado sus titanes al convertirse en el fundador —coincidí.

—Así es... él nos está dejando actuar por nuestra cuenta... como si nos estuviera probando.

—¿Por qué? —inquirió Mikasa—. Podríamos detener el retumbar.

—Él debe estar sufriendo —respondió Reiner—. Nadie puede aguantar un genocidio global, al menos yo no...

En ese instante todos nos encontramos en una especie de lugar especial, todo estaba lleno de arena y había una enorme luz frente a nosotros.

—¿Otra vez? —preguntó Jean.

Freedom | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora