Capítulo 30

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La forma del titán de Eren apareció ante nosotros como si estuviera hecho de cristal, y por su nuca salía su cuerpo envuelto en humo.

—¡Vayan por él! —ordené.

Mikasa y Connie fueron al rescate del chico mientras nosotros buscábamos una salida.

—¿Estás bien Historia? —le pregunté.

La chica asintió.

—De acuerdo —concedí—. Entonces ahora...

—¡Capitanes encontramos una salida! —anunció Jean.

—Bien hecho —le dijo Levi.

Volamos hasta dónde se encontraba Eren y los demás.

—Mira Levi —observé—. El titán de Eren...

—Se endureció —se adelantó.

—Y no desapareció a pesar de que Eren ya haya salido del titán —continué—. Fascinante...

—¡Cierto! —nos interrumpió el chico—. Esa botella decía endurecimiento, luego de que me la tragué me convertí en titán y pasó esto.

—El bolso de Rod Reiss fue destruido y todas las botellas junto con su contenido fueron destruidas por el vapor —explicó Historia.

Que inoportuno.

—Pero cuando aceptaste que este lugar estaba por derrumbarse nos protegiste endureciendo tu titán —le dije—. Algo que no habías podido hacer durante semanas.

—En otras palabras —intervino Levi—. Con esta nueva habilidad puedes sellar la muralla María.

Eren se quedó atónito ante la aseveración, por semanas habíamos intentado descubrir otras habilidades que Eren pudiera tener que nos ayudaran a recuperar la muralla María. Y ahora teníamos el resultado que esperamos por mucho tiempo.

A costa de la vida de muchos de nuestros compañeros, habíamos podido llegar hasta este punto, y nuestros soldados ahora tenían las manos manchadas de sangre, con tal de alcanzar esa libertad tan añorada que los titanes nos habían arrebatado por años.

—¡Capitanes!

—Tenemos que salir de aquí ahora —declaré.

Tomamos a Eren y a Historia y llegamos hasta el agujero donde nos esperaba el resto del equipo.

—¿Qué esta pasando aquí afuera? —pregunté.

—Ese titán está arrasando con todo —respondió Armin—. Se ve mucho más grande que el titán colosal, y debe estar ardiendo porque los árboles se empezaron a quemar en cuánto pasó a su lado.

Todo lo que estaba frente a nosotros estaba destruido, árboles reducidos a cenizas y el suelo completamente destrozado.

—Pero lo más raro es que no parece estar interesado en nosotros los humanos —finalizó el chico.

—¿Es un anormal? —preguntó Jean.

—Sólo hay una forma de saberlo —respondí.

—Seguiremos a ese titán —ordenó Levi—. Pero tengan cuidado, los de la policía militar central pueden estar cerca.

(...)

—Si convertimos a Rod Reiss de nuevo en humano se hará el titán fundador —explicó Eren.

—Si logramos hacer eso la humanidad se podría salvar de que les laven el cerebro otra vez —determinó Levi.

—¿Y estás dispuesto a hacerlo Eren? —pregunté.

Freedom | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora