[JISOO]
Luego de analizar en los últimos dos recesos el expediente de Lalisa, ver su caso y también los factores de su familia, decidí que lo mejor sería pedir datos sobre la familia.
Sé que está quedándose con una familia de acogida, ya que su familia la ha dejado de lado. La han echado de casa y la pobre hubiese terminado peor, Seokjin se ha encargado hoy de la familia de acogida.
Si me lo preguntan es una putada. Es una puta mierda que las niñas sigan pasando por ésto. Joder, es que han pasado años y aún existen hombres tan desagradables como Jung Haein.
Lo peor de todo fue que en el momento en que conocí a Walker, por alguna razón pensé en Haein, supongo que el cabello y la barba, jamás pensé que también tendrían en común la pedofilia.
Ella sólo tiene dieciséis. Es una niña. Algunas lágrimas son quitadas rápidamente por mi mano cuando siento que alguien posa su mano en mi espalda.
—¿Estás bien? —Rosé se sienta a mi lado— ¿Necesitas un pañuelo? —busca su maletín y saca uno que me entrega. Son de Los Simpson. Comienzo a reír al verlo—. Claro, búrlate todo lo que quieras pedazo de sucia, pero mis pañuelos son muy lindos y útiles.
Me río ante la forma en que me ha llamado.
—¿Pedazo de sucia? —asiente— ¿Ya no soy una hija de puta? —me burlo y ella gira los ojos.
—No en horario de trabajo —sonríe y toma lo que estoy leyendo. Aún no aprende a respetar lo que es pedir por favor aparentemente— ¿Y esto? ¿Es ella?
—Sí, claro. Tómalo —me quejo y giro los ojos. Ella me observa dos segundos fijamente—. Lo lamento, los ojos.
—Buena chica —murmura volviendo a leer— ¿Qué más hay sobre ella? —escuchamos el sonido del timbre indicando que los maestros llegaran pronto—. Receso, al fin.
—¿Estabas ocupada?
Niega.
—No, pero tengo hambre y Irene me prometió una tarta —murmura y sonrío—. ¿A las seis y media en mi oficina? —asiento—. Bien... ¿Te sientes mejor?
—Sí, gracias. El caso me puso sensible.
—Entiendo la razón —murmura y se acerca para darme un abrazo. Me quedo de piedra unos segundos y luego lo correspondo. Me aferro a ella e inhalo su perfume.
Había soñado tantas veces con su aroma, odiaba ya no recordarlo. Y aquí estaba, mi nariz pegada a su cuello después de seis jodidos años en los que no pude ni siquiera recordar bien el tono correcto de chocolate con tonos de verde en sus ojos. Odiando a mi teléfono por no tomar imágenes 3D para recordar cada lunar del rostro de Rosé.
Se alejó y beso mi cabello antes de retirarse con aquel caminar tan seguro con el que la recordaba.
Recuerdos, sólo eso.
—¡Hola, cariño! —Irene saluda a Rosé y luego me observa— ¿Estaban solas? —pregunta con un tono sugerente. Asentimos y yo rápidamente hablo.
—Rosé acaba de llegar —mi teléfono comienza a sonar—. Lo siento, es mi esposa —murmuro y me levanto a contestar.
Rosé recibe la tarta y abraza rápidamente a Irene.
—Sólo llevo un día aquí y ya no quiero irme —menciona Rosé alegremente.
Por favor no te vayas. No soportaría volver a tenerte lejos.
—¿Suzy? Hola, cariño —sonrío y mi esposa comienza a hablar sobre la cita a la inseminación—. Sí, cariño. La otra semana entonces, entiendo... ¿Viernes tal vez? Sábado, sí. Me parece el sábado —sonrío al imaginar lo lindo que ha de ser tener un pequeño entre mis brazos con los ojos azules de mi esposa.
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Kim | Chaesoo
Fanfiction𝗖𝗦» Rosé ya no tiene 18, no ama los viernes, pero sí la pizza y los cómics. Algunas cosas no cambian. Jisoo por su parte... sigue siendo una destacada maestra, todo lo destacada que puedes ser trabajando en una escuela secundaria de Los Ángeles...