Kim | Chaesoo

36° [J - R]

[JISOO]

—¿Mi amor? —grité por décima vez.

La casa está llena de cajas que estamos tratando de acomodar, pero no encuentro a Rosé hace media hora, y verdaderamente no me sorprendería encontrarmela bajo un montón de ellas.

—¿Por qué tienes fotos de mi graduación? —pregunta Rosé tras de mí—. Este día yo presenté mi discurso de la tesis frente a mis compañeros.

—Lo eligieron como el mejor, tu tesis tuvo la calificación perfecta —murmuro.

—¿Tae te envío las fotos? —pregunta.

No.

—Eh, sí. Las tengo porque estoy muy orgullosa de ti, y en ése momento también lo estaba.

—¿Cuándo vas a dejar de mentirme, eh? Hija de puta —toma mi cintura y le quito las fotografías—. Cariño, dime la verdad.

—¿Cuando conozcas a mi madre seguiré siendo una hija de puta? —pregunto.

—Cuando conozca a mi suegra te trataré como la señora que eres para ganarme su amor, y luego... depende, en el sexo te pone cuando maldigo o insulto —se burla y me sonrojo.

No miente.

—Bueno, pero-

—Kim, dime porqué tienes fotografias de ésto —gruñe contra mi cuello antes de morderlo levemente.

Me gusta cada vez que toma mi cintura, me siento tan suya. Como me gusta sentirme suya siempre.

—Fui a ver como te recibías —murmuro—. Fui a ver el momento en que te dieron el título y leíste tu discurso —sonrío—. No tomé las fotografías, ese fue Tae, pero si estuve... al final de todo.

—¿Por qué no te vi? —pregunta rápidamente—. No habían pelirrojas, lo recuerdo porque-

Se calla de inmediato.

—¿Por qué?

—Porque tenía la esperanza de verte —suspira.

—Me teñí de rubio en aquel entonces —sonreí—. ¿De verdad querías verme allí?

—La noche anterior soñé contigo, algo me dijo 'estará allí', pero al no verte rápidamente descarté la idea.

—Qué lindo. Es como si estuviésemos destinadas.

—Lo estamos —besa suavemente mi cuello.

Escuchamos el ruido del timbre y ella gruñe contra mi cuello.

—¡Henry, abre! —grita y giro mis ojos—. Kim, no me provoques.

—En la noche lo haré —murmuro y camino hasta la puerta para ver a Harry con su pijama de stitch de cuerpo completo.

—Tenía frío —se excusa y acaricio su cabello.

—Ve a tu habitación, cariño.

—¿Mamá no necesita ayuda? —pregunta rápidamente—. Puedo ayudar.

—Ve a preguntarle.

Él se aleja rápidamente y al abrir la puerta me encuentro con Myoui Mina.

Finjo una sonrisa ignorando que no quiero que Rosé la vea, y es que es una mujer preciosa. La blusa y jeans negros ajustados que trae le sientan de maravilla.

Es mayor que yo y sin embargo... ¡es más sexy! Basta, no debo caer en comparaciones, Rosé va a casarse conmigo y jamás me ha hecho sentir insegura sobre el amor que siente por mí. Pero tengo un pésimo ojo y siempre... oh joder. Basta, Jisoo.