[ROSÉ]
Al regresar vi a Jisoo y Harry hablando.
—¿Entonces así se escribe? —pregunta él y ella asiente.
—Yo te guiaré.
—¿Listos? —me siento en el sillín y abro mi camiseta.
—¡Wow! Eres musculosa. ¡¿Yo puedo ser así?! —pregunta él observando mi abdomen—. Tengo pancita.
Jisoo sonríe muriendo de ternura por su comentario.
—Probablemente seas así, entrenaremos juntos. ¡Tenemos toda una vida! —hablo emocionada y él sonríe.
El tatuador le pregunta a Harry que va a tatuarme y él le cuenta en el oído enseñándole el dibujo.
El hombre lo hace practicar en una especie de tela que simula la piel y luego de quince minutos comienza a preparar todo.
Henry se pone guantes y una linterna en la frente que le han entregado mientras el tatuador y Jisoo se sientan junto a él.
Comienzo a escuchar música para relajarme, ya que aunque los tatuajes son geniales las agujas me ponen de los putos nervios.
Comencé a sentir la aguja clavarse en mi piel mientras should i stay o should i go sonaba en mis audífonos.
Según el perímetro que marcó el tatuador, no es un tatuaje grande, agradezco eso, aunque probablemente deba dejar el ejercicio por una semana, ya que no podré hacer mucho esfuerzo en los musculos cercanos.
Los minutos corrían y la música pasaba, abrí los ojos y observé a Jisoo susurrarle al oído algo a Harry, luego observó mi rostro y estiré mi mano, ella la tomó con la suya y acarició mis nudillos.
Luego de un rato sentí como la máquina se detuvo y observé la hora. Fue una hora entera de dibujo.
Me dieron un espejo y pude ver mi costilla con unas palabras en ruso sobre una tabla de surf y dos patitos sobre ella.
—¡Está genial! —sonreí—. Bien hecho, enano. ¿Qué dice?
—Mamá Rosé —sonríe orgulloso—. Ella me ayudó —apuntó a Jisoo.
—¿Qué opinas, Jisoo? —pregunto.
—Yo me habría tatuado un pato en skate, pero se te ve bien, y Harry es un artista —sonríe ella.
—Tatúate un pato en Skate —murmuro—. Yo lo pago, anda.
—No, era una broma —bufa—. Rosie, no —me apunta al ver que saco mi tarjeta.
—¿Puedo hacerlo yo? —pregunta Harry—. ¡Será lindo! —sonríe y Jisoo suspira.
—Anda, guapa. Hazlo por nuestro pequeño —le hago ojitos y acaricia su sien.
—Maldito el día en el que te conocí. Quítate —gruñe y el tatuador me pone un parche para luego cambiar los implementos para el tatuaje de Jisoo.
Me acerco para besar a Jisoo y ella sonríe.
—Te quiero. Gracias por acompañar las estupideces que hago siempre —susurro en su oído.
—Gracias a ti por hacerme tu cómplice —besa mi mejilla y Harry sonríe.
—¡Que emoción! —aplaude el pequeño mientras Jisoo descubre su antebrazo.
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Kim | Chaesoo
Fanfiction𝗖𝗦» Rosé ya no tiene 18, no ama los viernes, pero sí la pizza y los cómics. Algunas cosas no cambian. Jisoo por su parte... sigue siendo una destacada maestra, todo lo destacada que puedes ser trabajando en una escuela secundaria de Los Ángeles...