25° [R - J]

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[ROSÉ]

Al despertarme vi a Jisoo durmiendo con Jeongin abrazado a ella, sonreí inconscientemente y eso me provocó pánico.

Me levanté rápidamente esperando no despertarla, lo conseguí, pero Jeongin la despertó a ella.

—Dosi, ven —estiró su manito indicándome que me recueste a su lado— Dosi.

Suspiré y Jisoo nos observó.

—Buenos días, dormilones —sonrió y mi corazón se aceleró.

Es jodidamente linda.

—Días... buenos, buenos días —murmuro aclarando mi garganta—. Voy a... ejercitarme.

—No haz desayunado, no puedes —murmura ella y Jeongin bosteza antes de bajar de la cama para seguirme.

—Jeongin, cariño, es temprano, no hay jardín de niños aún —murmuro y él bosteza estirando sus brazos—. Jeongin, no, no iremos juntos.

Hace un puchero y Jisoo se levanta rápidamente.

—Ven, cariño —lo toma en brazos y él llora levemente abrazándola hasta quedarse dormido dos segundos más tarde debido a como ella lo arrulla.

—¿Cómo hiciste eso? —pregunté sorprendida.

—No lo sé, me gustan los niños —murmura—. Y cuidaba de Jennie cuando éramos pequeñas.

Recostó a Jeongin en la cama y se acercó a besarme.

—¿Por qué estás tan tensa? —pregunta acariciando mis brazos.

—Porque eres demasiado tierna con Jeongin y... me da miedo pensar en ti y en niños —suspiré—. Joder y yo quería ir lento contigo. Mírame, me tienes babeando por ti —susurré contra sus labios.

—¿Hablas en serio? —pregunta ella sonriendo.

—Siempre hablo en serio. No quiero forzarme, seré sincera. No me siento lista para tener algo formal contigo, pero desde ya te digo que... creo que quiero estar contigo el resto de mi vida y ni siquiera sé porqué. No siento que te amo, pero algo me une a ti y ni siquiera sé lo que es.

Jisoo comenzó a besarme de la manera más apasionada en la que podría haberlo hecho. Chocamos contra el guardarropa y comenzamos a reír.

—Shh —comencé a reír en silencio mientras observaba a Jeongin removerse en la cama de Jisoo—. Quiero tener uno de esos contigo algún día.

Ella se giró y sonrió.

—¿Hablas...? —se detuvo—. Claro que hablas en serio.

—Sí, eres linda con ellos, me gusta verte así. ¿Podrías ayudarme con Harry? —pregunté—. Algo así como... una segunda mamá.

—Me gusta tanto que no andes con rodeos, claro que acepto —sonríe.

—Te lo he dicho, soy muy sincera y odio a la gente que se tarda en decir las cosas a la cara. Me gusta ser directa y aprendí a no guardarme nada, así no me explotará un ojo como a ti.

—Deja en paz mi ojo, Rosé —me golpea suavemente y yo le robo un beso tomando su cintura.

Al separarme camino fuera de la habitación y ella me sigue.

—Rosie —me giro y ella levanta su camiseta dejándome ver sus perfectos pechos sin sujetador.

Me sonrojo y mi mandíbula cae, ella vuelve a la habitación y cierra la puerta mientras ríe traviesa.

Qué hija de puta.

Y que buenas tetas, la verdad es que Jisoo es como el vino y sigue teniendo más curvas que mi pista de hot wheels. Ella realmente es perfecta. ¡Lo tiene todo! Es inteligente, muy amorosa, linda y tiene buen cuerpo. ¿Qué clase de pacto con el diablo hice para que ella se fije en mí dos veces?

Kim | Chaesoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora