Kim | Chaesoo

23° [R - J]

[ROSÉ]

Me desperté porque sentí como mi camiseta era babeada. Abrí los ojos y vi a Jeongin en pañales recostado a mi lado.

—Ay no, quítate. Apestoso —gruñí y él se dio media vuelta molesto cubriéndose con las sábanas— ¿Cuándo te cambiaste?

Tiene la costumbre de venir hasta mi habitación por las noches y dormir conmigo cuando tiene frío. Enano pulgoso.

Caminé hasta el baño y me di una ducha, al salir Jeongin estaba mirando caricaturas en mi pantalla plana.

—¿Cómo la encendiste?

—Chichu —dijo rápidamente.

—¿Jisoo te puso las caricaturas? —él asiente—, vamos a desayunar.

Estiró sus bracitos y lo tomé en los míos. Apagué el televisor y caminamos hasta donde estaban cocinando.

Jeongin vio a Hyunjin y fue corriendo a besarlo.

Me senté en la mesa y noté que todo estaba servido. Félix y Jisoo traían tocino y huevo.

Se sentaron en la mesa y no dejaban de charlar muy animadamente.

Comenzamos a desayunar mientras todos platicábamos relajados, usualmente nos dedicamos a comer y luego cada uno se va a lo suyo, pero hoy con Jisoo aquí, todo es diferente.

—¿Se van todos por separado? —pregunta ella y asentimos— ¿Por qué?

—Hyunjin va a dejar a Jeongin a la guardería, Félix va a la consulta para ver los últimos detalles, yo también y Jimin se va a la escuela.

—Oh, bueno, en ése caso tiene sentido.

—¿Kim? ¿Sabes cómo ha estado Taehyung? No hemos hablado mucho —pregunta mi hermano y Jisoo suspira.

—Son fechas complicadas, ya verás como dentro de una semana todo vuelve a la normalidad, dale su espacio. Lo necesita.

Jimin asiente y decido hablar.

—¿Le encendiste el televisor a Jeongin? —Jisoo asiente— ¿Te llamó?

—Venía bajando la escalera y lo vi de pie en la entrada de tú habitación. Me llamó con la mano y me acerqué, me explicó de una forma extraña que quería caricaturas y luego me dio un beso como agradecimiento —Jisoo le sonrió y el pequeño enrojeció.

—Jeongin no seas buitre —gruñí y él me miró molesto—, es de mala educación querer comerse la comida del resto.

Jisoo me pateó bajo la mesa.

—Rosé. Es un niño.

—¿Y? No me gusta que toque mis juguetes, menos voy a querer que te toque a ti —murmuré y mis amigos reían por lo bajo.

Jisoo giró los ojos y suspiré. Odio que haga eso.

Al terminar de desayunar Félix y Hyunjin fueron a lavar los platos, les correspondía por horario. Jimin se fue con Jeongin a ordenar su habitación y buscar algunos juguetes que el pequeño no alcanzaba.

Jisoo tomó su maletín y su abrigo, me acerqué a ella y noté que estaba muy seria.

—¿Estás molesta? —me observó fijamente y negó— ¿Entonces?

—Jeongin es un niño, no puedes discutir con él por mi atención.

—Oh, sí puedo y lo haré.

—No, no lo harás —murmuró ella acercándose a besarme. Llevé mis manos a su cintura y Jisoo sonrió contra mi boca—. Sé buena chica y compórtate.